Gorri

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Ese breve instante en el que ya no estás

Con una estructura narrativa que se construye a partir de la ausencia del protagonista, Gorri (2009) funciona como el making off del montaje de una exposición del artista plástico Carlos Gorriarena. La hipótesis que la autora propone es ver que sucede con la obra cuando su creador ya no está y lo que queda es sólo un legado.

Carlos Gorriarena fue un artista plástico argentino cuya obra se caracterizaba por tener cierto tinte social. Carmen Guarini decide seguir la misma durante el montaje de una exposición, pero con la intención de no filmarla cuando ya esté en escena sino mostrando todo el proceso anterior.

Mediante la utilización de un montaje fragmentado, el espectador será quien se encargué de unir las piezas como si fuera un rompecabezas. La película no se construye desde la linealidad sino que inversamente se deconstruye a partir de diferentes escenas y situaciones que recién al final encontraran un explicación lógica.

Gorri no es un estudio sobre la obra ni el artista, es mucho más que eso, es un tratado sobre la ausencia. No funciona como un homenaje ni nada que se le parezca y en eso radica la importancia del film. Guarini realiza un análisis exhaustivo y casi antropológico acerca de lo que queda tras la muerte de alguien que deja una obra material para el disfrute de la humanidad.

Inteligentemente, la cineasta, se aleja de ciertos vicios anacrónicos que suelen caracterizar al documental y que pueden jugarle en contra. Es así como evita la entrevista o el relato off-over y solo se dedica a filmar y a construir situaciones a partir de lo que dejó, ya sea material como su obra o espiritual como sus afectos.

El documental es un género que permite romper límites llegando más allá de lo que muchas veces uno se propone. Claramente este es el caso de Gorri, que desgrana una historia para construir otra. Historia que cada uno como individuo armará a su manera, pero entendiendo de manera clara y concisa la hipótesis que la autora propone desde al inicio: concebir que la ausencia del cuerpo es la presencia del alma. O viceversa.