Godzilla

Crítica de Leonardo González - Río Negro

La metáfora nuclear

En 1954 hacía su presentación una de las criaturas más emblemáticas de la cultura japonesa: Gojira o Godzilla, como se la conoció mundialmente. El reptil gigante verde además inauguraba un nuevo género, el kaiju, que agrupaba a todos los filmes de "monstruos gigantes".

Godzilla era un dinosaurio enorme, genéticamente alterado gracias a las pruebas atómicas realizadas por los norteamericanos en el Pacífico, que amenazaba con destruir Japón.

Más allá de lo banal que parezca la trama, el filme se tomaba en serio su argumento y su director, Ishirô Honda, lo presentaba como una metáfora sobre el ataque nuclear que había sufrido su pueblo en 1945.

Lo cierto es que este muñeco de goma aplasta maquetas (que moría al final del largometraje) dio lugar a más de 30 películas -incluyendo las extranjeras-, cómics, dibujos animados, videojuegos y hasta se ganó una estrella en el Paseo de la Fama en su 50 aniversario. Dieciséis años después del fallido intento del director Roland Emmerich por hacer una película digna del dinosaurio, Hollywood se da otra chance y revive al personaje para alegría de los espectadores.

La historia se sitúa en 1999. Joe Brody (Bryan Cranston) es un físico nuclear que vive con su esposa Sandra (Juliette Binoche) y su hijo Ford en Japón. Ambos trabajan en la planta nuclear de Janjira, en donde Joe ha empezado a notar fluctuaciones peligrosas en el terreno que ponen en riesgo el lugar.

Estas mediciones se traducen en un violento sismo en donde su mujer pierde la vida y todo el personal y los habitantes de la zona son evacuados por el riesgo de la radiación. Quince años más tarde, el pequeño Ford se convirtió en soldado (Aaron Taylor-Johnson) y vive junto a su pequeño hijo y su esposa Elle (Elizabeth Olsen) en San Francisco. Recién llegado a su hogar debe partir a Japón a sacar a su padre de la cárcel, quien fue arrestado por tratar de entrar a la zona de cuarentena para tratar de averiguar qué pasó realmente.

Padre e hijo logran infiltrarse en el lugar y descubren que una organización mantuvo en secreto la existencia de una criatura prehistórica que se alimenta de radiación a la que denominan Oteni (Organismo Terrestre No Identificado), y que se mantuvo en una especie de hibernación. En ese momento, los sensores vuelven a registrar las mismas mediciones y, aunque intentan destruirla, la criatura escapa destruyendo todo.

Pronto caerán en la cuenta que esas "fluctuaciones" son el llamado del macho de la especie y que su objetivo es aparearse y alimentarse de toda la radiación que puedan, lo que pone en peligro las ciudades. Pero hay algo que puede llegar a marcar la diferencia y acabar con este peligro, una criatura que intentó ser aniquilada infructuosamente hace 50 años y que se erige como la salvación: Godzilla.

El director elegido para este relanzamiento fue Gareth Edwards, que tiene como antecedente la interesante Monsters (2010), y hay que decir que cumple con creces. Edwards opta por no darle tanta pantalla al gigante, lo que hace que el espectador llegue más que ansioso a la batalla final.

La elección de planos, las tomas abiertas, el sonido ensordecer de las criaturas, las escenas de su paso destructor, ayudan a la magnificencia que nos quiere mostrar: fuerzas devastadoras de la naturaleza incontrolables.

Pero además, el realizador no se regodea en la destrucción (y damos gracias por eso) de "romper ciudades porque sí" a la que tan acostumbrados nos tienen últimamente.

Tal vez, por marcar algo, se podría decir que el paralelismo entre el personaje de Taylor-Johnson y Godzilla para tener un héroe humano es un poco forzado, y que algunas pequeños detalles del guión no son lo suficientemente claros, pero eso no impide disfrutar de un filme enorme, pensado, que lleva al espectador en subida por un montaña rusa de emoción hasta llegar a la terrible y ansiada bajada que logra la esperada satisfacción. Un gran reparto, una historia muy buena (con mensaje sobre los peligros nucleares) y un personaje emblemático que retorna a la gran pantalla de la mejor manera posible.