Godzilla vs. Kong

Crítica de Elian Aguilar - Cultura Geek&Pop

Godzilla vs Kong: trae Caladryl, porque se recontra picó…

Se venía anticipando… el Monsterverse, con tres películas en su haber (Godzilla, Kong: Isla Calavera y Godzilla: El Rey de los Monstruos) venía dejando todo servido para que dos de sus kaijus más representativos se dieran a la batalla, el lagarto gigante nuclear VS el gorila rey de la selva. El enfrentamiento definitivo, el evento principal… ¿Quién ganará? ¿Perdemos nosotrxs? Preparense para Godzilla vs Kong.

¿De qué va?

Kong y sus protectores emprenden un peligroso viaje para encontrar su verdadero hogar, y con ellos está Jia, una joven huérfana con la que ha formado un vínculo único y poderoso. Pero inesperadamente se encuentran en el camino de un Godzilla enfurecido, cortando una franja de destrucción en todo el mundo. El épico choque entre los dos titanes, instigado por fuerzas invisibles, es solo el comienzo del misterio que se encuentra en las profundidades del núcleo de la Tierra.

¿Están esperando una trama profunda y compleja que pongan a los personajes en situaciones extremas y cuidadas a nivel de guion mientras se aprovecha el ataque de bichos gigantes para hablar sobre la finitud del ser humano? ¡Vayan a ver Evangelion! Acá queremos acción, queremos ver a monstruos golpeándose a mansalva, destruyendo edificios y uniéndose ante la aparición de un bicho más malo aún… uno malísimo.

Adam Wingard (The Guest, You’re Next) dirige a un variopinto grupo de personajes que se irán alternando entre diferentes regiones del planeta (algunas conocidas por primera vez), que finalmente confluirán en una oriental ciudad de neón donde todo será piña, patada y cosha golda. Alexander Skarsgård (Big Little Lies), Millie Bobby Brown (Stranger Things), Rebecca Hall (Iron Man 3), Brian Tyree Henry (Joker), Shun Oguri (Weathering with You), Eiza González (Fast & Furious: Hobbs & Shaw), Julian Dennison (Deadpool 2), Kyle Chandler (Godzilla: El Rey de los Monstruos) y Demián Bichir (La monja) se encargan de las exposiciones y las explicaciones… pero los verdaderos protagonistas son los que lleva el título.

Kong vive en la Isla Calavera… pero mucho cambió desde los 70s. El clima se modificó y las constantes lluvias cambiaron el ecosistema, entonces Monarch (la empresa que une a todo el Monsterverse) crea un domo donde el gorila gigante vive. Pero ya no está muy a gusto, porque él vivía en el bosque muy contento y caminaba, caminaba sin parar… Va destruyendo de a poco el domo, mientras hace buenas migas con una nena oriental muda (Jia), que parece calmarlo.

Godzilla por otra parte, está rompiendo todo a su paso. En realidad, no todo… específicamente las oficinas de una rama de Monarch que parece estar haciendo algo de manera ilegal. Estos ataques motivan al CEO Walter Simmons (el mexicano Bichir) para buscar una energía específica que pueda darle boost a una máquina creada para detener al lagarto gigante. ¿Y dónde se puede encontrar esa energía? En la Tierra Hueca.

¿Qué es la Tierra Hueca? Un mundo debajo de nuestro mundo, repleta de teorías conspirativas y que se une con lo escrito por Julio Verne. Se supone que Isla Calavera tenía un acceso a este lugar, y por ello tantos bichos gigantes se asentaron. Pero ahora existe una sola entrada y está en el Ártico. El Doctor Nathan Lind (Skarsgård) es convocado por Simmons para llegar a ese lugar, y ADIVINEN A QUIEN NECESITAN PARA SABER DONDE IR: al simio gigante. En el medio, Madison Russell (Brown) sigue haciendo de las suyas y se une con un amigo y un podcastero con delirios persecutorios para entender que hay detrás de los ataques de Godzilla y Simmons. ¿Mecha Godzilla? ¿Algo que ver con la escena post-créditos de la segunda película del lagarto?

No seguimos para no caer en spoilers, pero va a haber golpes. De los buenos. De los gigantescos, animales, destruyendo todo a su paso sin importar los seres humanos que les rodeen. El problema de Godzilla vs Kong siguen siendo cada uno de los personajes de tamaño regular que pululan la pantalla. Exponen, aburren, carecen de rigor narrativo (lo de Madison llegando a la ciudad de neón luego de entrar a las instalaciones más protegidas del universo como si nada, es una falta de respeto al guion) y nos hacen gritarle a la pantalla “¡movete que quiero ver como se destruyen los monstruos entre ellos!”.

Lo más importante en la mitología es la introducción de la Tierra Hueca, las definiciones visuales de la misma y la potencialidad narrativa dejan todo servido para que se pueda seguir lucrando con el lagarto de los huevos de oro. Incluso, se comienzan a re-utilizar kaijus que creíamos perdidos. Nada se pierde, todo se transforma…

¿Las cosas pasan porque sí? Y… bastante. La construcción de este universo específico terminó huyendo de “lo serio” (luego que no le fue muy bien con la primera película) para ir directo a los bifes. ¿Molesta? Un poco sí, ahora: si queres un no-brainer total, con efectos visuales correctísimos y momentos fan service absolutamente efectivos Godzilla vs Kong es el remedio para este año sin cines. ¿Llegaste al final pensando que te iba a decir quien gana? ¡Dale! Eso es para que lo veas vos…