Gilda

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Hoy llega el esperado estreno de Gilda, no me arrepiento de este amor; dirigida por Lorena Muñoz (Yo no se que me han hecho tus ojos, Los próximos pasados) y protagonizada por Natalia Oreiro.
Gilda, no me arrepiento de este amor cuenta la verdadera historia de Myriam Alejandra Bianchi (Natalia Oreiro) sus comienzos como maestra jardinera y como fue incursionando en el mundo de la música tropical; hasta llegar a la fama y convertirse en Gilda. La historia a su vez retrata la situación con su familia y amigos; haciendo lugar a momentos de flashbacks y su relación con su padre.

Las películas biopic suelen ser bastante centradas en lo narrativo. El guión y el protagónico son parte principal de esta clase de films. En Gilda, no me arrepiento de este amor; hay mucho de esto, pero primero es esencial destacar la labor de su directora Lorena Muñoz.

Con una visión única, la realizadora se sumerge en su primer ficción después de haber dirigido dos documentales. Pero no eran esos documentales ajenos a lo personal y sentimental, tanto Yo no se que me han hecho tus ojos como Los Próximos Pasados, son trabajos muy íntimos, y este toque fue lo distintivo para construir esta versión de Gilda.

Conjugando recursos de puesta en escena, encuadres, iluminación y primeros planos o planos secuencias, la cámara se convierte en un protagonista más del film. Un vinculo de confianza entre Gilda y el espectador.

Natalia Oreiro cumplió su sueño de interpretar a Gilda, por momentos el guión lleva a que los conflictos que suceden en el film, doten de una excesiva actuación por parte de la actriz; y es allí donde la realidad supera a la ficción, y el público va a ver más a Oreiro que a Gilda. La idea de haberla hecho con otra actriz hubiera sido totalmente diferente, pero cuantas veces pasa que es imposible no ver al actor (cuando tiene peso) por encima de su interpretación. Pensemos en I’m Not There, en donde Todd Haynes jugo con diferentes actores las diversas personalidades del cantante Bob Dylan.

El resto del reparto cumple su rol, el de acompañar el protagonismo de Natalia Oreiro, sus escenas giran alrededor de Gilda; y la película no tiene el tiempo suficiente para explayarse en otras miradas. Incluso los flashbacks, dejan al espectador con más ganas de ver esta relación entre una joven Myriam (Angela Torres) y su padre (Daniel Melingo). Dentro de los actores secundarios se destaca la labor de Lautaro Delgado, que interpreta al esposo de la cantante, frio por momentos y emotivo en otros.

Otro detalle a destacar es la compaginación entre las escenas y la banda sonora del film. Con un montaje puntilloso, no solo el ritmo de las mismas esta bien, sino que también las letras se ajustan a la narrativa del film.