Gigante

Crítica de Marcelo Cafferata - Revoleando Butacas

El gigante de ojos azules

Jara, un guardia de seguridad del turno noche en un hipermercado, se enamora de una de las chicas que realizan la limpieza del lugar.

Todo comienza como un juego voyeur. Mientras él cumple con su trabajo mirando atentamente lo que muestran las cámaras de seguridad y controla que ninguna de la empleadas de limpieza robe nada, que nada salga de lo predeterminado, que no haya ningun problema y casi sin quererlo.... se cruza en su cámara de vigilancia Julia.
Y ya no habrá forma de que Jara la olvide, pero tampoco va ser fácil que él se anime y encuentre la forma de poder abordarla...

No le alcanza con seguirla con la cámara de seguridad y controlar sus movimientos: necesita más datos, saber más detalles de su vida, de sus lugares, de sus espacios. Y entonces comienza a inmiscuirse imperceptiblemente en su rutina diaria, en su cotidiano.
Jara inicia un proceso de rituales alrededor de ella, de pequeñas "persecusiones", alentado por el deseo de conocerla, de cruzarse con ella. En definitiva: de que ella lo vea.
Se agradece enormemente el estreno comercial de esta película Uruguaya, que tiene el antecedente de ser ganadora en Berlín. "Gigante" logra transmitir una historia pequeña, silenciosa, con pocos diálogos, pero enorme en su potencia.

Y el espectador no puede más que caer rendido ante la seducción de acompañar a Jara en este recorrido romántico inundado por su inmensa timidez. Porque ese Jara es grandulón, vigilante, patovica y totalmente contrapuesto, también habitan en su otro costado la candidez y la fragilidad de su mundo.

Los pocos diálogos que tiene la película son sumamente tiernos, queribles, nos acercan a la manera rioplatense de expresanos. No son seguramente el punto más importante, "Gigante" gana ampliamente en la fuerza de las imágenes, mientras participamos de los movimientos de los protagonistas, cuando el director nos abra de lleno la puerta para introducirnos en sus mundos, en sus vidas, en sus detalles.

Horacio Camandule es el Jara ideal, protagonista indiscutible y excluyente, una pieza excelente para el éxito de esta historia. Un "gigante" todo corazón que cae rendido ante Julia y todo su "derrotero" hasta llegar a ella cerrará en un último plano en la playa lleno de sencillez, de poesía y de magia cinematográfica.

Una historia sencilla, pequeña. Una película GIGANTE.