Ghostbusters: el legado

Crítica de Sofía Valva - Es la cuarta pared

Ir al cine a ver «Ghostbuers: el legado» nos reomnta sin dudas al año 1984, cuando disfrutábamos del icónico grupo de Cazafantasmas formado por Venkman (Bill Murray), Stantz (Dan Aykroyd), Spengler (Harold Ramis) y Winston (Ernie Hudson). Y si los recordamos a ellos, recordamos también esa canción y a los marshmallows villanos, aspectos que nos traen en este renovado film.

Una familia después de prácticamente quedarse sin hogar, debe mudarse a una vieja casa en un lejano pueblo. Allí Callie (Carrie Coon), junto con sus hijos Phoebe (McKenna Grace) y Trevor (Finn Wolfhard) comienzan a descubrir quién fue su abuelo verdaderamente y a indagar en su pasado. Esta situación los lleva a toparse con fantasmas, pero ellos tendrán la maquinaria necesaria para acabar con ellos. Phoebe será la mente maestra de este equipo, gracias a su gran pasión por la ciencia y para hacer honor a su legado.

El guión del film estuvo bastante bien distribuido entre los distintos personajes y hubieron dos actores que pudieron lucirse gracias al guión y que se llevaron todos los aplausos. Por un lado tenemos a McKenna Grace, quien con su personaje mantuvo la historia siempre viva y funcionó de manera muy acertada el dúo dinámico con el personaje de Podcast (Logan Kim). Ellos han sido los responsables de traer muchos momentos agradables en el film.

Por otro lado, tenemos a Paul Rudd, quien se puso al hombro la película porque mantiene al público atento a cada cosa que hace porque siempre nos encanta con ese humor tan simple y atrapante que maneja. Con respecto al resto del cast estuvo bien pero no enriquecen tanto a la historia en sí.

Debo decir que me gustó y se agradece que hayan respetado a los anteriores films en cuanto a los villanos, la estética y lo que al público le agradaba de Los Cazafantasmas que era el humor clásico. Quizás hubieron momentos que fueron demasiado infantiles al final e innecesarios que le restaron puntos a la película y afectaron, en mi opinión, a que el villano principal no parezca tan villano en realidad y allí surgió un declive.

Igualmente los efectos estuvieron bien logrados y además la banda sonora, conformada por muchos clásicos, acompaña muy bien a cada una de las escenas.

Ojo, no hay que moverse de la butaca porque hay sorpresas al final. Vayan al cine a disfrutar de la película y vivir un hermoso momento de nostalgia.