Ghostbusters: el legado

Crítica de Javier Franco - Cinéfilo Serial

Luego de 3 retrasos y más de un año de espera, finalmente Sony Pictures revive una de sus franquicias más icónicas este 18 de noviembre. Estamos hablando de la clásica saga de los cazafantasmas («Ghostbusters»), que tuvo lugar en la década de 1980. Después de treinta años de la segunda entrega, llega a los cines de todo el mundo «Ghostbusters: afterlife» («Ghostbusters: el legado» en Latinoamérica). La película figura como una tercera parte de la historia original y descarta por completo aquel reboot, en clave femenina, dirigido por Paul Feig en 2016.

Entre los muchos detalles que la vuelven prometedora, hay dos que encabezan la lista. En primer lugar, ya están confirmados dentro del elenco Bill Murray y Dan Aykroyd, actores que fueron parte del trío protagonista original. Recordemos que el tercer integrante, Harold Ramis, falleció en febrero de 2014. El segundo nombre que eleva las expectativas es el de su director. Se trata de Jason Reitman, un cineasta canadiense que cuenta con una filmografía variada donde destacan «Juno» (2007) y «Up in the air» (2009). Pero eso no es lo importante en esta ocasión, lo interesante es que es hijo de Ivan Reitman. Muchos tal vez no sepan quién es, él fue el director de las dos primeras cintas de la saga. Reitman hijo compartió toda su infancia con el creador de este universo donde los fantasmas son moneda corriente y hoy hereda la responsabilidad de revivirlo. De todas formas, su padre no se separó del todo y se mantuvo en el rol de productor.

La sinopsis nos adelanta: una madre soltera y sus dos hijos llegan a una pequeña ciudad, descubriendo su conexión con los cazafantasmas originales y el legado secreto que dejó su abuelo tras de sí (FILMAFFINITY). Si bien es el último film de la trilogía, debemos aclarar que retoma directamente los eventos sucedidos en el primer largometraje de 1984 y deja el acontecimiento de la sucesora como una situación aislada. Por esta razón, recomendamos tomarse el tiempo de mirar, o revisionar, la cinta inicial para un mejor disfrute de la experiencia.

Bajo esa línea de reconstruir en base a los hechos pasados, el gran fuerte de la película es la nostalgia. Durante toda su duración vamos a encontrar menciones, detalles, clips, objetos y un extenso etcétera de elementos ya conocidos por quienes hayan visto las anteriores. A decir verdad, en cierta forma hasta reciclan la primera aventura de los cazafantasmas. Claro está, adaptándola al lenguaje contemporáneo, con las ventajas del CGI moderno y el agregado de un elenco bien seleccionado.

Los elegidos para protagonizar el revival fueron los jóvenes talentos Mckenna Grace, Finn Wolfhard y la revelación humorística Logan Kim, un joven que recién comienza a dar sus primeros pasos en la industria. Además de las leyendas ya mencionadas párrafos arriba, completan el reparto la convincente Carrie Coon y el, recientemente nombrado «hombre más sexy del mundo» por la revista People, Paul Rudd. Él y el pequeño Podcast (interpretado por Kim) se encargan de sacarnos risas, mientras el resto hace crecer la trama.

Esta combinación de actores de todas las edades tiene un objetivo bien definido. Mientras le trae recuerdos a quienes vivenciaron las primeras apariciones en pantalla de nuestros héroes, los adolescentes se encargan de entretener a los más chicos de la familia. Este doble efecto busca satisfacer a los viejos fanáticos y, a la vez, encontrar nuevos adeptos entre los niños de la sala. No está de más saber que son evidentes sus ganas de continuar explorando los encuentros fantasmales en próximas entregas.

El apartado visual de la obra era algo primordial para el buen funcionamiento de la trama y, por suerte, no defrauda. La fotografía es correcta, el aspecto de los fantasmas está bien logrado y los característicos rayos de protones rememoran las buenas épocas.

En conclusión, «Ghostbusters: afterlife» es una película que cumple con lo que propone y viene con ganas de seguir creciendo. Sin duda, complacerá a los fanáticos con su homenaje y atraerá a los novatos en materia de cacería de fantasmas. Es una buena opción para compartir en familia una agradable tarde en el cine.