Gato con botas: el último deseo

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Acasi veinte años de su debut en Shrek 2 y once de su merecido spin off, El Gato con botas llega a una entrega para toda la familia, donde el protagonista se enfrenta una crisis de edad y de vidas perdidas en una vida dedicada a las aventuras y la total falta de conciencia de los riesgos a sabiendas de que tiene nueve renovaciones. Claro que perdió la cuenta y ahora tiene que buscar a la mítica estrella de los deseos para no morir definitivamente, deberá sortear no pocos escollos, desde un hogar para gatos demasiado domesticados, un villano que reina en el inframundo, a una Ricitos de oro muy mala con su familia de osos. Contará con la ayuda de Kitty y “Perrito” y pasará por mil aventuras que aseguran el interés de los más chicos. Un estilo de animación pictórico, inspiración en el western spaguetti , este gato con botas vale como una de las más divertidas de las entregas. Pato Echegoyen hizo la voz de mama oso, Julieta Nair Calvo a Ricitos y Axel Kuschevatsky a papa oso. Por supuesto que Antonio Banderas ( hace la versión en inglés y en castellano) es imprescindible y adorable como siempre.