G.I.Joe: el contraataque

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Más rápidos y más furiosos

A poco menos de 4 años del estreno de la fallida G.I. Joe: El Origen de Cobra (G.I. Joe: The Rise of Cobra), Hasbro y Paramount vuelven a la carga con la segunda parte titulada G.I. Joe: El Contraataque (G.I. Joe: Retaliation) para contarnos cómo los Joes deberán enfrentarse contra su conocido enemigo Cobra y también frente a las amenazas dentro del gobierno de los Estados Unidos que los ha intentado exterminar.

Conscientes de que en la primera parte fallaba en casi todo, especialmente un reparto que no daba la talla con el tono del film, los productores decidieron renovar todo el elenco dejando solamente a Channing Tatum, Ray Park, el genio de Byung-hun Lee y algunos más para que sean acompañados por los pesos pesados de Dwayne Johnson y Bruce Willis. También se cambió a Stephen Sommers por John Chu en la dirección y hasta se dispuso de manera tardía el traspaso de la cinta al 3D y su obvio retraso para la conversión, luego de haberse difundido todas las piezas promocionales con su estreno planeado para fines del año pasado. A pesar de todas estas problemáticas cuestiones, G.I. Joe: El Contraataque logra conformarse como una segunda parte mucho más aceptable que su antecesora, aunque esto no era algo muy complejo).

Que G.I. Joe: El Contraataque logre sacar una luz de ventaja sobre la comparativa con su primera edición, no la hace una gran cinta necesariamente, de hecho dista demasiado de serlo. Pero si hay que destacar que la inclusión de Bruce Willis y principalmente de Johnson le dota a la película de una pulenta (?) que antes no tenía. Es que el actor de El Rey Escoprión es una garantía a la hora de interpretar estos personajes y acá aporta cuerpo, furia, sangre (en sentido figurado, ya que en nunca se derrama una gota del líquido que corre por las venas) y vértigo. Lamentablemente la película a veces no lo merece, ya que en algunos pasajes su realizador siquiera puede desarrollar una trama que consiga justificar mínimamente las secuencias de acción. Toda la larga escena de captura de Storm Shadow es realmente espectacular pero su intervención fue invocada de manera tan brusca y sin ninguna tensión previa que termina siendo estéril en el resultado final de la obra.

Por otra parte hubo un gran acierto en darle mayor participación que en la debutante película a ese muy buen actor y luchador de artes marciales coreano llamado Byung-hun Lee (I Saw the Devil, Joint Security Area y The Good, The Bad, The Weird), de gran presente en oriente y que comienza a pisar fuerte en Hollwood con sus primeras intervenciones en algunos blockbusters.

La buena química en el comienzo entre Dwayne Johnson y Channing Tatum, algunos graciosos y autoconscientes gags de Bruce Willis y la irónica y cómica labor de Jonathan Pryce cómo el presidente de los Estados Unidos son la cuota humorística que, a diferencia de G.I. Joe: El Origen de Cobra, aquí sí lograron explotar al máximo.

La segunda entrega de la franquicia, G.I. Joe: El Contraataque, tomó nota de sus anteriores errores y logró explorar mejor sus nuevas y viejas virtudes. Con ese poco le alcanzó para superar su malísima primera parte y conseguir ofrecerse cómo un buen entretenimiento de acción para nuestras carteleras, aunque el potencial presentado de la película previamente deje cierto sabor a poco.