Furia de titanes

Crítica de Pablo Martinez - Qué se puede hacer...

Dilema entre tecnicismo y cinefilia

Tecnicista: En el momento en el que uno se pone los anteojos, Clash of the Titans nos entrega unos excelentes encuadres en profundidad y uno se siente realmente en el lugar de los hechos y en la época, más allá de la típica deformación del lenguaje proveniente de los angloparlantes.

Cinéfilo: Esta es una de las peores películas que el cine hollywoodense ha dado. Me imagino que verla en 35 mm debe ser lo más aburrido de bancarse este bodriazo profanador de aquel gran film llamado Clash of the Titans (1981), que tampoco es que haya sido tan bueno que digamos.

Tecnicista: Después de The incredible Hulk (2008) y el comienzo de la saga Transporter, con The transporter (2002) y Transporter 2 (2005), con esta película Louis Leterrier demuestra que tiene mucha mano para las cintas de acción. Clash of the Titans tiene el ritmo adecuado para transmitir las secuencias, y no abusa de un metraje que de ser un poco más largo -como acostumbran estas propuestas- caería en lo típico.

Cinéfilo: Puede que esté bien dirigida pero... ¿y el resto? Pésimas actuaciones, un guión deplorable, trama sin sentido, y encima todo parece hecho con decorados de cartón.

Tecnicista: Efectos especiales muy buenos. Se destaca la composición del Kraken y Medusa, además de las escenografías oscuras, denostando un buen trabajo fotográfico. La mejor escena, en el Inframundo.

Cinéfilo: Intenta apoyarse en subtramas, pero termina siendo una sucesión de hechos sin rumbo que no tienen ni pies ni cabezas. Eso, a tener que soportar el estereotipado papel de Sam Worthington y la contienda sin contienda entre Zeus (pésimo trabajo de Liam Neeson) y Hades (Voldemort con pelo y joroba, otro mal trabajo de Ralph Fiennes), hace que den más ganas de levantarse de la butaca e irse.

Tecnicista: El final es malo. El comienzo también. Pero el transcurso levanta vuelo gracias a todo ese despliegue visual que hace de esta película una más de la trova que viene a resignificar al cine como lo conocíamos hasta hace unos años, en eso que algunos ya denominan "post-cine".

Cinéfilo: Horrible película, pero no porque sea de horror (no lo es), sino porque es pésima. Ni siquiera las secuencias de violencia levantan vuelo. Nada sobrepasa el límite de lo políticamente correcto. Es un ATP bien basura.

Tecnicista: Del 1 al 10, la recomiendo con un 8.

Cinéfilo: Del uno al d... bah, ni siquiera se merece mencionar el diez ante este esperpento. Un 1.

Conclusión de Pablo Martínez (en el papel del tecnicista y el cinéfilo): A los que les agradaron los blockbusters como 2012 o Avatar, ésta es una propuesta que les puede interesar. Leterrier hace un gran trabajo junto a su equipo técnico, pero si se intenta buscar demasiado (o más de lo que se esperaba) de este film, al igual que yo, terminarán muy, muy desilusionados. Quizás sea por la premisa de la que parte la historia, pero ningún personaje se presta a la representación por parte del espectador, quizás porque todo está demasiado clicheado. El final de la película es un trámite rumbo a la salida de la sala o la búsqueda del control remoto para presionar el Stop. Obviamente en 3D se la aprecia mucho más, así que no es recomendable, porque no pasa de lo visual.