Furia de titanes

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Hay caos en el Olimpo!

Si al ver Furia de Titanes, el espectador siente que viajó en el tiempo y está en presencia de un producto como los que exhibía el ciclo Sábados de Super Acción, no está tan alejado de la verdad.

Furia de Titanes, la remake del film de 1981, se estrena en 3D y y muestra que hay caos en el Olimpo: las luchas de poderes enfrentan a hombres, reyes y Dioses. Perseo, (Sam Worthington, el de AVATAR) es hijo de un Dios, pero fue criado por un pescador y no puede salvar a su familia de la venganza de Hades (Ralph Fiennes), el Dios del Inframundo.
Sin nada más que perder, Perseo decide liderar una misión para derrotar a Hades antes de que éste le quite el poder a Zeus (Liam Nesson) y desencadene el infierno en la tierra.

El realizador Louis Leterrier, un especialista en el género de acción, quien acredita las dos partes de El transportador y El Hombre Increíble, conoce los resortes del género a la perfección. Entrega un producto que combina aventura y fantasía sin dar respiro al espectador.

Luchas cuerpo a cuerpo, una feroz batalla contra escorpiones gigantes y la famosa secuencia de la Medusa (al igual que en la versión original) están presentes en la historia. Por su parte, la liberación de El Kraken, una gigantesca criatura que amenaza a los habitantes de Argos, aparece sobre el final. En este tramo, los efectos visuales se perciben como plasticos y no envidencian la dimensión como los que desfilan a lo largo de todo el relato.

Si bien la tecnología 3D no aporta nada a lo ya visto en este tipo de superproducciones, el ritmo vertiginoso con el que la cámara sigue las aventuras de Perseo, entre espadas y mares embravecidos, hacen de Furia de Titanes, una disfrutable excursión al pasado.

Datos: en la versión de 1981, Laurence Oivier era Zeus; Ursula Andress hacía de Afrodita y Harry Hamlin encarnaba a Perseo.