Fuocoammare

Crítica de Mercedes Orden - Cinema Sonor

Lampedusa es una isla de pescadores al sur de Italia. A esa extensión de veinte kilómetros han arribado 400.000 inmigrantes en los últimos veinte años y 15.000 más fallecieron tratando de llegar a ella. La historia de los habitantes de esta isla se opone a la de los refugiados que van allí luego de pasar por muchas odiseas en sus países, en desiertos y en alta mar.

Fuocoammare se nutre de los contrastes que Lampedusa alberga y los expone tanto en su tema como en su estética. Su iluminación va y viene, pasando de claros a oscuros bien marcados, mientras que los relatos intercalan la paz del lugar, con la desesperación de los recién llegados.
Uno de los personajes en los que el documental recae es Samuele, de doce años, nacido y criado en este sitio. Él niño tira con una gomera, hace los deberes de la escuela, escucha las historias de su padre pescador, va al médico por un “ojo perezoso” y juega junto a su amigo. Paulatinamente, su cuerpo comienza a prepararse para aceptar la vida de mar, mientras que los refugiados se largan allí aprendiendo sobre la marcha el modo de sobrevivir.