Fuego en Casabindo

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

La nueva docu ficción del realizador Miguel Mirra enlaza el lenguaje cinematográfico con la literatura, el teatro y la música para abordar la lucha por la identidad y la alienación de la comunidad colla en la región jujeña de Casabindo.

Inspirada en la novela de Héctor Tizon “Fuego en Casabindo” y en la ópera de Virtú Maragno, a quienes Mirra rinde un cálido homenaje, la película une al realizar con ambos autores con los que comparte y convoca el interés por los pueblos originarios, a fin de visibilizar su cultura y la resistencia frente al etnocidio que sufrieron. En este caso, se hace foco en la gran rebelión de Casabindo y Cochinoca en 1874, donde los collas son derrotados por el ejército en la Batalla de Quera, sumado a los reclamos que, durante décadas, enfrentaron antes los distintos gobiernos de turno pidiendo por la devolución de sus tierras.

Nutrido del estilo etnográfico de Jorge Prelorán, del que cita una sus películas, el documental suma material fílmico de archivo, fotografías, escenas de películas propias como Hombres de barro (1887) y Crónica de un extraño (1998), como del testimonio de familiares de Héctor Tizón y Virtú Maragno. El contexto histórico y social cuenta con el aporte de investigadores sociales e historiadores que relatan las distintas etapas que atravesó la puna junto a sus pobladores; un espacio inconmensurable registrado desde la ruta que atraviesa el paisaje norteño y acompañado de la música orquestal con ritmos autóctonos.

Fuego en Casabindo suma al formato documental el aspecto ficcional a partir de la puesta en escena teatral sobre la novela de Tizón que va atravesando todo el relato. La fusión entre ambos formatos y disciplinas artísticas da cuenta de las distintas maneras de interpretar y representar el sentido implícito de una obra que asume un compromiso hacia los pueblos silenciados como hacia nuestros orígenes.

FUEGO DE CASABINDO
Fuego de Casabindo. Argentina, 2021.
Dirección y guion: Miguel Mirra. Dirección de Fotografía: Damián Barrera. Edición: Miguel Mirra. Música: Virtú Maragno y El Ekeko. Duración: 87 minutos