Frozen, una aventura congelada

Crítica de Lilian Lapelle - Cine & Medios

Volvieron las princesas!

Disney volvió a los clásicos. Este filme se inspira en "La Reina de las Nieves" de Hans Christian Andersen, y comienza en un hermoso castillo donde juegan dos pequeñas princesas, Elsa y Anna. Las hermanas se adoran, pero Elsa, la mayor, ha nacido con el poder de convertir todo lo que la rodea en hielo, un poder que aún no puede controlar, y a veces se torna peligroso, tanto, que sin quererlo un día lastima a su hermanita. Llena de culpa, Elsa decide recluirse en su habitación para alejarse de su familia, y así evitar herirlos. Anna no comprende el ostracismo de su hermana, y es tan positiva y perseverante que jamás dejará de buscar el modo de acercarse a ella y recuperar la relación que tenían.
Luego de la muerte de sus padres Elsa debe heredar el trono, esta situación de exponerse a la vista de todos la aterra, ya que no sabe si será capaz de dominar su poder. Las cosas no salen bien, los nervios la traicionan y sus poderes se descontrolan de tal forma que condena a su pueblo a un invierno eterno. Ante semejante desastre huye hacia lo más alto y alejado de las montañas, donde despliega sus fuerzas por todo lo alto, sin lastimar a nadie, creando un castillo de hielo donde es feliz y lo expresa coreográficamente, al mejor estilo Disney. Preocupada por su hermana y por el reino, la temeraria Anna se lanza a una aventura montaña arriba, para encontrarla. Acompañándola estarán Kristoff, un habitante de las montañas, y Olaf un muñeco de nieve.
La película es un mix de lo mejor de Disney de los últimos 50 años, la esencia de los clásicos con princesas que aman, sufren, cantan y bailan, pero que al igual que en "Enredados" o "Valiente" ya no esperan que un príncipe venga a rescatarlas, sino que consiguen lo que desean por sus propios medios. Más haya de que ambas protagonistas tienen la belleza de princesas clásicas como "La Cenicienta", tienen siempre algo torpe, o gracioso en su personalidad, que las saca de esa perfección irreal, y las convierte en personajes más accesibles. Ya no hay héroes y caballeros, sino personajes tan graciosos como un vendedor de hielo en los alpes y un muñeco de nieve que quiere conocer el verano.
Técnicamente es sublime, el 3D es impecable y visualmente es tan hermosa e intensa, que casi hasta sentimos frío cuando la vemos.
Es un filme que pasa volando, entre drama, comedia musical, malos, buenos, muchas aventuras, trolls encantadores, y un amor verdadero que puede curarlo todo, pero que no está en el beso de un príncipe, sino en el amor entre hermanas.