Frozen, una aventura congelada

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Sólida recreación de un clásico infantil

Aunque cualquier cosa que tenga que ver con nieve hielo y frío será especialmente bienvenido este caliente fin de año argentino, una superproducción de los estudios Disney deformando libremente el clásico de Hans Cristian Andersen "La Reina del Hielo" es algo muy interesante.

La historia original es extraña y fascinante, incluso más allá del famoso autor de "cuentos para niños". La lucha entre hadas y todo tipo de seres maravillosos para descongelar un invierno eterno derivó en varias adaptaciones al cine, empezando por lo más parecido a Disney que haya surgido de la ex Unión Soviética: "La Reina de la Nieve" (1957) de Lev Atamanov hacía maravillas con el extraño melodrama nevado, con un estilo de animación muy similar al de los hermanos Fleischer. El film ruso inspiró a genios como Hayao Miyazaki (el de "el viaje de Chihiro"), y la cautivante y compleja historia de Andersen también fue convertida en serie de TV y hasta en una "Sailor Moon" nevada.

Independientemente de este detalle, la idea de traer a la "Reina de las nieves" a los estudios Disney daba vuelta hace tiempo. Esta versión se anima a dejarse llevar por los conflictos más extraños de Andersen, mezclados con muchos aportes minimalistas y detalles picarescos (todo generalmente relacionado con el muñeco de nieve Olaf, y a las muy estilizadas protagonistas, una responsable de eternizar el invierno, la otra decidida a romper el hechizo). A esto se suma una sobredosis de canciones que pueden llegar a resultar insoportables (es que es una especie de retorno a los films hipercantados de la era prePixar, como "Aladino" o "El rey Leon"). Esto a pesar que el productor ejecutivo es John Lasseter, justamente el fundador de Pixar. Algunas canciones son buenas incluso dobladas al castellano- pero cuando se juntan varias, pueden ser una pesadilla. El score de Cristophe Beck es excelente y equilibra los demás exabruptos musicales.

No será un hito como el clásico ruso del 57, pero es una sólida película animada para chicos, que por momentos, los grandes también podrán disfrutar. En todo caso, muchas de las formidables imágenes de "Frozen" redimen cualquiera de estos detalles. Sobre todo los planos generales de paisajes, y los diseños de decorados "góticos-maravillosos" recreando a todo lujo la estética de la fuente literaria.