Frozen 2

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Walt Disney admiraba las historias del escritor danés Hans Christian Andersen. Quedaron como proyectos, cuentos como "La sirenita", que pudo filmarse hace treinta años, y "La Reina de las Nieves", que convertida en "Frozen, una aventura congelada" se rodó en 2013, transformándose en el mayor éxito de taquilla de Disney.

Ahora aparece como secuela "Frozen II", cada vez más lejos de las historias originales del autor escandinavo. Eso sí, conservando los personajes de las princesas Elsa y Anna, que Jennifer Lee, su guionista, reversionó a partir de los de Andersen (Gerda y la Reina de las Nieves). A ellas se sumaron los ya conocidos Kristoff, el tímido galán de Anne, la hermana menor; Olaf, el divertido muñeco de nieve, y el reno Sven.

"Frozen 2" retoma la película anterior tres años después y logra sus mejores momentos en la primera media hora, donde se evoca la fraternidad inicial de las hermanas reales en su infancia y los problemas que ciertos poderes (Elsa y su relación con el hielo) mal manejados pueden causar. A través de esa relación de juego y complicidad, el espectador se acerca nuevamente a aquella autenticidad que convirtió a "Frozen" en un éxito.

SECRETOS DEL PASADO
A partir de entonces la cosa cambia. Todo es aventura y efectos especiales cuando Elsa, seguida por Anna, Kristoff, Olaf, el divertido muñeco de nieve, y el reno Sven traten de resolver el misterio del Bosque Encantado, que habita la tribu de los Northuldra, indígenas enemistados con el abuelo de Elsa y Anna por misteriosos hechos a descubrir. Revelaciones casi de culebrón, que involucra a los padres de las niñas, más el despliegue de los poderes de Elsa ante los cuatro elementos, incluso el Nok, espíritu del agua que en forma de caballo cumple la "cuota" de incorporación de folclore escandinavo a la historia (bellísima imagen estelar de un animal refulgente).

La parte musical tiene sus momentos con algunos temas atractivos. Aunque ninguno tan impactante como el célebre "Let it go" ("Libre soy") de la inicial "Frozen".
Y así la naturalidad de los sentimientos, que a la vez separaban y unían a las hermanas, dejan paso al protagonismo del individuo en su relación con la Naturaleza, el concepto claro de respeto al indígena (Northuldra presente) y al medioambiente (Bosque Encantado, suelo de los Northuldra salvado). Todo exquisitamente filmado, con algunos excesos de magenta y azules, no impide el asombro ante la perfección de la animación. A su alrededor, el mundo Disney de simpáticos renos como Sven, la salamandra Salli o el muñeco Olaf, acompaña la aventura de estas hermanas, verdaderas heroínas dispuestas a vivir futuros conflictos de una saga que no termina.