Frozen 2

Crítica de Guillo Teg - El rincón del cinéfilo

Hace honor a su antecesora, perfilada como uno de los éxitos del 2020

Llegó “Frozen II” nomás. Tremendo título para arrancar la temporada veraniega. Y no es cualquier segunda parte. Estamos frente la secuela de la película más exitosa de la historia de los estudios Disney. y definitivamente una de las tres mejores en términos de virtudes artísticas. No solamente por el prodigio técnico, estético y visual logrado al momento de su estreno (redoblada la apuesta en este opus), sino también por la capacidad del estudio de haber pegado el volantazo coyuntural que puso en relieve a la heroína femenina, tirando por la borda años de mandatos culturales en las historias de reinos y princesas, que fueron baluarte de su catálogo.

“Frozen”, precedida (cuando no, Pixar) por la excelente “Valiente” (2012), que estableció con la profundidad de su contenido un cambio paradigmático en el rol que la mujer cumplirá en la ficción desde su estreno en adelante. Lejos de la fragilidad y la dependencia de un príncipe azul para ocupar su lugar al lado del hombre, la nueva mujer toma las riendas de la situación, se pone al frente y se asume como líder por coraje, valentía. y la virtud de vencer miedos y contradicciones.

Era de esperar que semejante éxito produjera una segunda parte. ¿Cumple con las expectativas? En principio hace más de 20 días que ostenta sendas nominaciones a una nueva entrega de los Globos de Oro, y también destacada en los Annie Awards. En la introducción retrocedemos a la infancia de las princesas Elsa y Anna, quienes son enviadas a dormir por sus padres, previo cuento sobre bosques que servirá para la introducción del Agua, Viento, Aire y Tierra como personajes omnipresentes. Los cuatro elementos fundamentales se han enojado con los habitantes de Arendelle y Northuldra al iniciar estos una enemistad de años que terminó con el cierre del bosque milenario, bruma mediante.

De vuelta en el presente Elsa (voz de Idina Menzel doblada por Carmen Sarahí) presiente una voz de sirena, una suerte de llamado esencial, que sólo puede escuchar ella. Un cantar familiar (que además es leit motive de la canción principal) proveniente de tierras lejanas. Anna (voz de Kristen Bell, doblada por Romina Marroquín Payró) está pendiente de su hermana, resuelto el conflicto entre ambas en la primera parte pero sin dejar de disfrutar un presente alegre. Las primeras canciones originales dan cuenta de ello y todo parece estar bien. Por su lado, Olaf (voz de Josh Gad doblado por David Filio), el graciosísimo muñeco de nieve a quien Elsa le dio vida y dueño de uno de los momentos más graciosos del filme, anda compinche de Kristoff (voz de Jonathan Groff doblado por Pepe Vilchis). El bonachón novio de Anna tiene sus propias tribulaciones para elegir la mejor forma de pedirle matrimonio.

Lo cierto es que este llamado comienza a manifestarse violentamente en el reino. Los cuatro elementos andan nerviosos, así que Anna va en busca de esa voz pese al peligro que esto representa, y a cierta resistencia de su hermana y amigos que finalmente deciden ser de la partida para tratar de encontrar “la verdad” detrás de aquel cuento que su padre les contó a las hermanas hace muchos años. Sólo entonces la naturaleza podrá dejar de agitarse.

“Frozen II”, nuevamente escrita y dirigida por Jennifer Lee, erige como una excelsa forma de animación en donde detalles como el movimiento del pelo al viento o el agua logran un realismo abrumador, lo mismo sucede con el diseño sonoro y el despliegue de muy buenas canciones, escritas nuevamente por la dupla Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, que presagian un gran recorrido por esta temporada de premios, en especial con la canción “Into the unknown” (Hacia lo desconocido) interpretada por el elenco en la película, y por Panic! at the Disco en la grabación. Fuera de estas cuestiones, la película renueva la impronta del fortalecimiento de las relaciones fraternas, el respeto por la naturaleza y sus elementos, y la importancia de la búsqueda de la verdad para obrar en consecuencia pese a la dureza que ésta a veces tiene. “Sin verdad no hay futuro”, dirá uno de los personajes, y otro sumará que una vez conocida esa verdad, hay que hacer “la siguiente cosa correcta”. También se habla de los cambios y las consecuencias que estos traen, además de entender que hay algunas cosas (como el amor, obviamente) que permanecen iguales.

Ya no hay sorpresas, claro agregan nada al relato más que subrayar desde sus letras lo que ya se ha dicho de manera muy clara. “Frozen II” hace honor a su antecesora y sin dudas será uno de los éxitos de esta nueva temporada.