Frozen 2

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Hora de descubrir el pasado

“Frozen 2” (Frozen II, 2019) es una película animada musical de aventuras y fantasía que constituye la secuela de “Frozen” (2013). Producida por el estudio Disney, Chris Buck y Jennifer Lee vuelven a estar en la silla de directores, así como esta última también regresa al rol de guionista. Nuevamente las voces originales son puestas por Kristen Bell (The good place), Idina Menzel (Encantada), Josh Gad (La bella y la bestia) y Jonathan Groff. A su vez, se agregan las voces de Sterling K. Brown, Evan Rachel Wood, Rachel Matthews, Alfred Molina, Jason Ritter, entre otros.

Seis años después de los eventos ocurridos en el primer filme, el reino de Arendelle se encuentra en calma y feliz por la llegada del otoño. No obstante, a Elsa (Idina Menzel) algo la mantiene preocupada: ella escucha un misterioso susurro que no la deja en paz. Cuando decide seguirlo, accidentalmente despierta a los espíritus elementales (tierra, aire, fuego y agua), por lo que a los ciudadanos de Arendelle no les queda otra que evacuar. Con el objetivo de restaurar su reino, Elsa y sus amigos se embarcarán en un viaje a través de un bosque encantado lleno de sorpresas.

Inspirada en el cuento “La reina de las nieves” del autor danés Hans Christian Andersen, la primera entrega de “Frozen” fue un éxito absoluto gracias a su gran banda de sonido, sus personajes entrañables y una historia que celebraba el vínculo de la hermandad por sobre una relación amorosa. Como todo lo que triunfa en Hollywood, era de esperarse que Disney se pusiera manos a la obra para darnos una segunda parte a pesar de que la película contaba con un desenlace más que correcto y autoconclusivo. De esta manera “Frozen 2” llega a nuestra cartelera de 2020, ya sabiendo de antemano que será otro éxito en taquilla pero… ¿logra ser una digna secuela?

Desde el apartado visual y técnico, a la obra no se le puede reprochar nada: muy superior a su antecesora, el departamento de arte se lució por completo en el diseño de los diversos escenarios, los vestuarios y la animación de los personajes. En este sentido la cinta es una maravilla que merece ser vista en la pantalla más grande para poder apreciar cada detalle. Al ser mucho más fantasiosa que la primera, los realizadores pudieron sacarle más provecho al accionar de la naturaleza, jugando así con el potente viento, el fuego que arrasa todo lo que toca y el agua en sus diferentes formas.

Sin embargo, la historia que se nos presenta en “Frozen 2” lamentablemente deja mucho que desear, siendo muy inferior a lo que se construyó previamente. Aunque en un principio la película atrapa al espectador gracias al misterio planteado (la voz desconocida que escucha Elsa), pronto todo se vuelve muy obvio, por lo que cuando llega el momento de la revelación ésta no genera ni asombro ni emoción. Sin contar con ideas nuevas por desarrollar, Disney vuelve a tocar temáticas que ya había desarrollado en producciones anteriores. Así es como la cinta a medida que avanza el metraje se va desinflando y gustando menos debido en su gran mayoría a un guión que no cuenta con una buena estructura para encarar su conflicto. Jennifer Lee en esta oportunidad prefirió lanzarnos toda la información importante en un par de escenas y dejar otros tantos elementos sin explicación, siendo confuso en muchas partes el motivo por el que pasan los hechos.

En cuanto a los personajes, aquí Elsa cuenta con un mayor protagonismo, por lo que podremos ver más de su relación con su hermana, sus temores y valentía. El muñeco de nieve Olaf continúa aportando la cuota de humor al relato, esta vez logrando hacer reír mucho más por sus ocurrencias y la forma que tiene de recordarnos lo que pasó en la primera parte. Anna está muy enfrascada en la postura de proteger a Elsa y no dejarla sola, por lo que en ciertas partes puede volverse un poco irritable. Por otro lado, Kristoff tiene una subtrama demasiado pobre y repetitiva, con una canción en el bosque que se siente sumamente desencajada dentro del filme. Con respecto a los nuevos personajes, el guión no les presta casi nada de atención, por lo que solo quedan como nuevas caras que a partir de los créditos ya se sienten olvidadas.

Sin contar con una canción tan icónica como lo fue y sigue siendo “Let it go”, la banda de sonido aporta nuevos temas que se disfrutan a pleno dentro de la sala de cine, tales como la potente “Into the unknown”, la cálida y amigable “Some things never change” y la divertida “When I am older” interpretada por Olaf.

Preciosa cinematográficamente hablando pero con una historia poco innovadora, “Frozen 2” se queda a medio camino, dejando al espectador no del todo convencido con lo que quisieron hacer en esta secuela. Sin contar con un antagonista, la película no consigue estar a la altura de su predecesora como se creía al ver los trailers promocionales.