Frente al mar

Crítica de Laureano Manson - MDZ Online

Después de un par de películas cuyas historias transcurrían en campos de guerra, Angelina Jolie - ahora firmando como Angelina Jolie Pitt - vuelve como directora, guionista, protagonista y coproductora de un intento de drama intimista. Frente al mar reúne al dúo "brangelina", la pareja más fotogénica de Hollywood, después de mucho tiempo de no aparecer juntos en un film, precisamente desde Sr. y Sra. Smith.

Las primeras imágenes subrayan el acento cool de la atmósfera del relato, con la dupla llegando a un pueblito de la costa francesa (aunque la película en realidad se rodó en Malta), en un descapotable y con una exquisita canción de Jane Birkin sonando de fondo. Pronto sabremos que la relación entre ellos está lejos de pasar por su mejor momento. Roland (Brad Pitt) es un escritor en crisis que busca recuperar el brillo de la inspiración perdida. Vanessa (Angelina Jolie) es una ex bailarina sumida en una profunda depresión.

La tediosa rutina de Roland no va mucho más allá que la de compartir uno que otro diálogo seudo profundo con el dueño de un bar (Niels Arestrup), y volver al anochecer borracho al hotel. Mientras que Vanessa pasa sus días echada en la cama y en la reposera del balcón, encontrando como única distracción hacer las compras en un almacén y espiar a la fogosa parejita de la habitación de al lado (Mélanie Laurent y Melvil Poupaud).

Sin dudas, Jolie busca emular el registro de cierto cine independiente europeo con aires de pretensión. Hay ecos de Michelangelo Antonioni, pero mientras ese gran autor del cine italiano lograba obras maestras sobre el vacío existencial en los matrimonios burgueses, hincando el diente en la angustia y el cuestionamiento; aquí la directora sólo queda flotando en la superficie. No hay verdadero dolor en Frente al mar, hay apenas una maqueta del dolor, una pose afectada que se desliza con languidez durante poco más de dos horas.

Por momentos, esta fallida película parece coquetear con un clima inquietante, y hasta intenta bordear una propuesta "perversita", para luego replegarse una y otra vez en el tedio. Cada momento en el que irrumpe alguna situación o personaje que permitiría tensar los hilos del drama de los protagonistas, el film salta rápidamente a otra cosa, desarticulando así el grado de interés de los sucesos y bloqueando todo atisbo de profundidad en el conflicto.

Hacia el mar oscila permanentemente entre las ambiciones del "cine-arte" y la bajada de explicaciones que pide toda producción industrial. Hay un choque irresuelto entre la voluntad de un drama que tiende a evitar el subrayado de las causas, y los constantes reclamos de Roland frente a la gelidez y los rechazos de Vanessa. En los últimos minutos, sin anticipar aquí la resolución de la historia, (aunque tampoco sería del todo un despropósito), este insípido calvario cinematográfico cierra con una burda explicación psicologista, que termina traicionando esa coraza hermética que tanto se había preocupado en sostener.

La llegada de esta película a los circuitos comerciales responde pura y exclusivamente al reconocimiento masivo de sus protagonistas. De otra manera, este capricho artístico apenas hubiera accedido a alguna sección de un festival de cine, lugar del que sin dudas habría salido con un sincero y sentido abucheo.

By the sea / Estados Unidos / 2015 / 122 minutos / Apta mayores de 16 años / Dirección: Angelina Jolie Pitt / Con: Angelina Jolie, Brad Pitt, Mélanie Laurent, Melvil Poupaud, Niels Arestrup.