Free Guy: tomando el control

Crítica de Fernando Pantuso - 4 Críticos

En la era en la que los videojuegos parecen ya películas, se vuelve más que interesante estudiar las respuestas que encuentra el cine a la hora de recrearlos. Históricamente, los acercamientos a sagas famosas no han sido del todo satisfactorios, dejando más en el debe que en el haber para los espectadores. En el caso de "Free Guy", es importante señalar que al no estar basada en un título en particular goza de más libertades que cualquier otro producto. Aunque no siempre mayores posibilidades significan mejores ideas, hay que advertir que Shawn Levy ha sacado provecho de las mismas, logrando crear una película realmente satisfactoria. Puede que 'Free Guy' no represente un juego en particular, pero sí ha conseguido reflejar un momento específico de la industria de forma magnífica.

Ryan Reynolds es quien oficia de protagonista de esta historia aunque paradójicamente su personaje representa lo contrario en la recreación del videojuego "Free City". Reynolds interpreta a uno de los llamados "NPC" (Non playable character), lo que sería un "no jugador" básicamente creado para generar verosimilitud en la ciudad donde juegan los jugadores verdaderos. Es interesante y original esta mirada sobre los NPC, sobre todo porque su "rutinaria" vida suele ser ironizada en el mundo gamer.
Cuando el personaje de Reynolds (Guy) tome contacto con una jugadora real (genial Jodie Comer) empezará a desarrollar algunas habilidades no previstas que harán disparar la trama de la película.
Es importante notar como Shawn Levy amalgama ciertos géneros, que van desde la acción y la ciencia ficción, hasta momentos de comedia romántica muy logrados. Incluso consigue el mismo efecto con sus personajes. Todos crecen y se desarrollan al mismo tiempo que van generando sus propias relaciones. Ninguno acaba la película como la empezó y en eso el guión es responsable exitoso.

Aún con un villano algo decepcionante, 'Free Guy' tiene todo para ser una de las películas más entretenidas e inteligentes del año. Una sorpresa, de la que muchos esperaban demasiado poco.