Franzie

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

El destino como protagonista

Franzie, con espléndidos trabajos de Mimí Ardú, Enrique Liporace y Norma Pons

La soledad y la angustia son parientas muy cercanas. Y esto lo sabe muy bien Franzie, una madura y bella maestra que deja a su clase y a sus alumnos para refugiarse en su pequeño mundo poblado de recuerdos y de dolores en el que esperará, víctima de una grave enfermedad, a la muerte que le ronda sin cesar, hasta que conoce a Emanuel, un maduro y fracasado escritor que trabaja como corrector en una editorial de libros de autoayuda. El guión de Fernando Andrés Saad resume calidez y ternura basado en el vínculo de esa mujer al borde de la muerte con Emanuel, tan próximo al nacimiento de su primer hijo, y así este encuentro se transformará en una extraña relación que los unirá amorosamente, a pesar de ellos mismos.

Con esta historia que nunca cae en el simple melodramatismo, la novel directora Alejandra Marino logró deshovillar una tierna madeja en la que la soledad dejará de ser, por un tiempo, la tortura de esa mujer a veces humillada y otras incomprendida, al acercarse a ese escritor sumido en el fracaso y en un matrimonio casi desgastado por la cotidianeidad y la convivencia. Cuando Franzie confiesa un íntimo deseo, su cada vez más cercano acompañante comprende que cuando los deseos secretos se cumplen toman formas inesperadas, y ambos saben que de las despedidas nacen los encuentros.

Grandes actores

La trama, que a veces toma forma de humor, tuvo en Mimí Ardú a una excelente intérprete que supo imponer su talento a ese personaje hondo y humano que espera el fin de sus días con una sonrisa que casi siempre es una mueca de bondad o un gesto de amargura. No menos intensa es la labor de Enrique Liporace como el escritor que cree hallar una nueva forma de existencia al acercarse al dolor de Franzie, mientras que Norma Pons saca a relucir sus indudables dotes para el drama como la madre dispuesta a perdonar y a buscar el perdón. El resto del elenco no desentona en menores responsabilidades, y así el film se convierte en una emotiva radiografía de ese par de seres a los que el destino los unió para acercarlos a nuevos motivos de vida.