Francotirador

Crítica de Mariana Van der Groef - Proyector Fantasma

Patriotismo…y nada más

Cuando uno se sienta a ver una película que se titula ni más ni menos que American Sniper, sabe de antemano que con algo de propaganda yanqui se va a encontrar. El tema es que nunca se espera TANTO.
De todas formas, me senté a verla. Pero cuando terminé esta película del gran Clint Eastwood no podía creer dos cosas: primero, que fuera una película dirigida por el director de Million Dollar Baby y segundo, que estuviera nominada a los premios Oscar como Mejor Película.
Pareciera que a Clint se le acabaron las buenas ideas y decidió no retirarse sin ganar otro Oscar. Por eso se ajustó a la nueva receta de la Academia para hacerse con la tan esperada estatuilla: una cucharada de guerra de Irak, unos cuantos bárbaros árabes con métodos arcaicos, un soldado re contra patriota que ama a su país y quiere vengar a los suyos y una pizca de Torres Gemelas que caen por un acto terrorista. Voilá! Prácticamente tienen asegurado el Oscar.
American Sniper cuenta la historia de Chris Kyle, un oriundo de Texas que decide hacer algo honorable con su vida y se convierte en un NAVY SEAL, elite del ejército estadounidense. Basada en un libro homónimo, escrito por el verdadero Chris Kyle, hace un repaso por la vida de este francotirador, quien se convierte en leyenda luego de asesinar (según se dice en la película) más de 160 personas en la guerra contra Irak. Así conocemos un poco de la infancia de este NAVY SEAL, donde su padre lo entrena en el uso de las armas y le enseña que lo más importante es proteger a la familia de los que le quieren hacer daño. Protección que él luego eleva a su país.
Más allá de la propaganda yanqui y la glorificación de la guerra, cosas que suelen aparecer en todas las películas de guerra de Estados Unidos, American Sniper no cumple con las expectativas. En las dos horas y veinte que dura sólo cuenta con dos momentos clave en el final que pasan sin pena ni gloria. Uno sucede en una cámara lenta que le quita importancia y el segundo (¡el más importante!) el director lo resuelve con una placa negra en la que escribe lo que sucedió. Las escenas que deberían ser tensionantes no logran el ambiente adecuado y están pobremente ejecutadas. Lo único que la salva es la gran actuación de Bradley Cooper, cuya nominación al Oscar como mejor actor me resulta adecuada.
En conclusión, si no sos un estadounidense que ama su país y lo que querés es ver una buena película de guerra, probablemente American Sniper no sea la mejor opción. Patriotismo…y nada más.