Francia

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

La realidad busca su horizonte

Un film de Caetano siempre es una grata noticia. Su cine tiene identidad nacional y representación social. Después de Crónica de una fuga (2006), su nuevo film tiene como protagonista a su hija Milagros.

La película, según su director “ tiene un tono realista, con algo de humor, muy distinto a todo lo que hice hasta ahora. Yo diría que esta es una historia costumbrista, que muestra cómo es la vida hoy para una familia de clase media, trabajadora. Y también indaga sobre los afectos en ese ámbito".

Todo comienza con Mariana (Milagros Caetano). Tiene 12 años. Espera a su mamá, Cristina (Oreiro) a la salida del colegio. Un travelling hacia la vereda enmarca al colegio que la excede, en todo sentido. Ella se aísla detrás de su walkman hasta, incluso, dentro de su casa. Allí, en un plano fijo se sintetizan varios núcleos dramáticos: la separación de sus padres. El aislamiento de Mariana y los problemas laborales y económicos. La madre es empleada doméstica y su padre, Carlos (Lautaro Delgado) trabaja en una fábrica. El dinero no alcanza y es un tema frecuente de discusión; sumado a las demandas del colegio por el comportamiento de su hija.

Bajo un realismo cotidiano y una mirada cercana a sus personajes, Caetano construye un relato sobre el mundo adulto (padres y maestros) desde el punto de vista de Mariana, pero también narra con sutilezas y acciones precisas la vida cotidiana de los observados. Como es habitual en su cine, hay un claro registro de la influencia del contexto socioeconómico sobre el desarrollo de cada uno.

En Francia está presente el conflicto y la no pertenecía. Los personajes no logran encajar del todo en lo que hacen, o con quien se relacionan, no se sienten cómodos y necesitan hallar su lugar. Mariana está a disgusto en el colegio privado al que asiste y la institución tampoco siente que la niña pertenezca a ese lugar. Hay resistencia y discriminación. Caetano subraya las acciones que hacen al rol docente y a los estereotipos y a la responsabilidad educativa. A Cristina tampoco le gusta trabajar para una familia de clase alta que la ignora y humilla hipócritamente. Y así todos.

Sin embargo, decidirán cambiar y/o romper con esas relaciones conflictivas, entre las cuales, Mariana, por ejemplo, pasa a estudiar a un colegio estatal, donde en primer plano se la verá contenta y presente, como nunca antes. Tal vez, el lugar de equilibrio, al que infiere Caetano, se logra si el vínculo se da entre grupos de pares, entre sectores sociales homogéneos. Por lo menos, así lo demuestra.

A pesar de los conflictos, se logra un tono optimista. Los personajes luchan como pueden, sin bajar los brazos y enfrentando la realidad que les tocó en suerte o en desgracia, pero siguen soñando. Esos sueños aluden al significado del film. Francia, equivale a aquel lugar que enarboló la libertad, igualdad y fraternidad como principios y, al que difícilmente se pueda y puedan llegar los protagonistas, aunque sostenido como un deseo, un horizonte. Como también soñaron y buscaron sentirse libres de cualquier opresión Claudio Tamburini en Crónica de una fuga (2006), el Oso en Un oso rojo (2002), Freddy en Bolivia (2001), etcétera.

Si en Francia el tema vincular es el foco, una de las formas elegidas por Caetano, es reflejar la fragilidad de los vínculos a través de la comunicación por celular. El sonido del teléfono forma parte de los planos, como un elemento más. Los mensajes de textos funcionan como traductores de lo no dicho, un puente que acorta las distancias reales.

La diferencia de Francia, en relación al resto de su obra radica en la forma y en la estética que eligió para contarla. Los puntos de vista se van desarrollando no a través de una la linealidad narrativa sino de un rompecabezas que, si bien responde a la manera en que una niña arma y/o comprende su propia historia, esa misma forma se traslada a todo el film innecesariamente. La elección estética resulta un tanto heterodoxa e inusual para abordar ciertos temas, un tanto complejos.

Es probable que para el conocedor de las habilidades narrativas de Caetano, la película sea un tanto mezquina. Sin embargo, hay en Francia una capacidad discursiva, una coherencia ética y representativa. Lo que no es para nada poca cosa.