Fragmentos de una amiga desconocida

Crítica de Laura Pacheco Mora - CineFreaks

Vida en pausa

Hace 12 años Cristina se encuentra privada de su libertad siendo inocente. Ella es una mujer que comprende a las personas que la juzgan sabiendo que están equivocados. De manera natural reconoce que desconocía cómo funcionaba la justicia argentina y que sólo cuando te pasa a vos… ahí entendés muchas cosas…

“Una persona tiene que ser juzgada por lo que hizo y no por lo que es”
Fragmentos de un amiga desconocida (2019), de Magda Hernández es un duro documental que relata la historia de su amiga, una chica de 19 años, un blanco fácil que sirviera de chivo expiatorio por su “mala vida” y que la transformó ante la sociedad en culpable del asesinato de una vecina, una señora mayor. Se trata de la injusta sentencia a cadena perpetua de Cristina Vázquez, también llamada “la reina del martillo”. Un caso más de condena falsa de una persona inocente con el fin de excusar al o a los culpables para no ser juzgados, o simplemente para satisfacer la necesidad de condena ante la falta de culpables.

Sin pruebas fehacientes, desvirtuando la única información verdadera que desde luego prueba que Cristina es inocente, no dando nunca lugar a los únicos y verdaderos testigos de la verdad, tiene aún hoy en la cárcel a esta chica oriunda de Misiones. La directora, de manera inteligente, encauza la investigación con preguntas simples hacia el espectador, preguntas que se hace ella misma y de esa manera nos incluye captando con este recurso nuestra atención, ya que queremos tener las respuestas. Luego comienza una ardua investigación para lo que precisó de la ayuda de la ONG Pensamiento Penal al encontrar muchas incongruencias con respecto al expediente de más de 1500 páginas; es así como con un sentimiento de impotencia y rabia nos enteramos cómo funciona el “todo”, aparición de testigos falsos, ninguna prueba sobre su culpabilidad, investigaciones fuera de la ley y la constante pregunta: qué se esconde detrás de todo ésto.
Escuchamos el testimonio de Cristina en primera persona desde el lugar que habita hace 12 años, la cárcel. Paralelamente su verdadera casa que ya no es la misma desde que está encerrada, sus padres, su sobrina Helena y su perrito, todos ellos la acompañan a través de fotos que tiene pegadas en la pared.
Desde la criminalística es un claro caso armado, como existen miles en nuestro país. Es increíble, sin embargo, es la triste e injusta realidad.

La directora cierra el documental con preguntas que deberíamos hacernos todos, por más que no nos haya tocado de cerca, porque como le pasó a Cristina podría pasarle a cualquiera. Cristina tiene una oportunidad más ante la justicia, ya que su expediente se encuentra en prueba de revisión, siendo ésta la última instancia nacional a la que puede recurrir.

Podemos escucharla, podemos creerle, podemos juzgarla, podemos defenderla, podemos empatizar con ella o podemos mirar para otro lado. Cierto es que este caso es un fiel reflejo del pésimo y corrupto funcionamiento de nuestro Sistema Judicial Nacional. Cristina está terminando sus estudios secundarios y tiene como proyecto ser chef profesional, está segura de lograrlo.
Casos que quedan en la impunidad por lo general. ¿Será este un caso más de injusticia o se hará justicia con ella?

La decisión de liberar el documental responde a la necesidad de que el grito por la inocencia de Cristina Vázquez sea escuchado en todo el país. Se espera que la Corte Suprema de Justicia revea su caso, siendo la última instancia posible a nivel nacional.