Fragmentado

Crítica de Paula Caffaro - CineramaPlus+

CONSTRUIR LA DEFENSA

Contundente es el regreso de M. Night Shyamalan, quien luego de algunas realizaciones menos logradas regresa al centro de la escena con Fragmentado, una película no apta para ansiosos. Recuperando la inteligencia con la que solía generar un expectante ambiente de suspenso, el indo-estadounidense logra crear en su último filme una atmosfera cargada de tensión.

Preocupado por una representación bastante verídica de lo que se conocen como los trastornos de identidad disociativos el realizador pone en escena la historia de un individuo (James MacAvoy) que convive con 23 personalidades incluyendo la número 24, más conocida como La Bestia.

Comenzando con una escena en la que tres jóvenes son secuestradas y puestas en cautiverio, Fragmentado juega con dos aspectos trascendentales. Por un lado, el constante viaje al pasado de una de las tres mujeres que, entrenada en supervivencia, cumple el rol de líder de la triada. Y por el otro, un mecanismo de similitudes empáticas entre el inocente secuestrador y Casey Cook (Anya Taylor – Joy), la joven mencionada. Las huellas de sus traumas de infancia (violencia y violaciones) son la llave maestra con la que se abren las puertas de muchas de las consecuencias de sus acciones presentes. Y es ahí donde el filme insiste en mostrar cómo cada ser humano elabora sus duelos.

Impecable actuación la de MacAvoy quien en una entrañable escena logra interpretar a más de cuatro personalidades en una misma toma y acorralado en un primerísimo primer plano. Así también lo es la performance de Anya Taylor-Joy que logra ponerle el cuerpo a un personaje tan carismático como misterioso.

No hay dudas que Shyamalan regresó con aires renovados que recuerdan sus primeros éxitos, porque Fragmentado es mucho más que una película de suspenso, es un documento audiovisual acerca de una enfermedad de la que poco se conoce.

Por Paula Caffaro
@paula_caffaro