Fragmentado

Crítica de Jonatan Lamas - Citricón

A fines de la década de los ´90s, M. Night Shyamalan había sido considerado como "el próximo Spielberg", fue la mente maestra en películas como El Protegido y Sexto sentido, pero con cada película que iba estrenando su calidad artística como director venia en descenso. En el 2015 estreno La Visita y con ella volvió algo del Shyamalan que tanto ansiábamos, ahora nos trae su nuevo thriller psicológico, Fragmentado.

Kevin alberga dentro de su mente 23 personalidades diferentes, cada una de ellas muy distinta a la otra, puede ser una mujer, un niño de 9 años o un artista dedicado al mundo de la moda, pero también dentro suyo tiene algunas personalidades que lo pueden llevar a la máxima locura. Él logra con éxito secuestrar a tres adolescentes y mantenerlas encerradas dentro de un cuarto con cuatro paredes, ellas serán las testigos de conocer a fondo los cambios en el comportamiento de su secuestrador, pero Kevin está a punto de soltar a La Bestia, su personalidad n° 24, un ser superior al resto y totalmente despiadado.

A James McAvoy lo vimos en peliculas relacionadas al universo de los X-Men, pero acá hace gala de una faceta muy distinta y entregando uno de los mejores papeles en su carrera, es difícil interpretar a un personaje, pero el logra meter a más de uno sin alterar su actuación, sino que la duplica en los gestos, la forma de hablar y hasta de moverse. Lo mismo ocurre con nuestra Anya Taylor-Joy (The Witch) que interpreta a Casey, una de las tres adolescentes mantenidas en cautiverio con un pasado bastante turbio, pero siendo una de las mas firmes a la hora de hacerle frente al antagonista. Betty Buckley también pone un gran desempeño en su actuación interpretando a la Dra. Fletcher, la terapeuta de de Kevin, ademas ella es la única capaz de controlar a su paciente y todas sus personalidades.

M. Night Shyamalan vuelve a estar a la altura de sus comienzos con un thriller brillante que ofrece momentos llenos de tensión, con personajes complejos y retorcidos, un film digno de un director que reaparece con éxito.

Lo bueno: James McAvoy se luce con cada una de sus personalidades, la última es escalofriante. Por su parte Anya Taylor-Joy demuestra ser mas que una de las jóvenes promesas de Hollywood. El giro final en los últimos momentos y un cameo inesperado son imperdibles.

Lo malo: Hay ciertos momentos en que hay baches argumentales, pero quiero pensar que son puestos intencionalmente para engañar al espectador.