Fragmentado

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

El gran cuento del campeón caído que vuelve a renacer frente a todos los pronósticos. Un día alguien va a escribir la historia de M. Night Shyamalan y probablemente sea similar a un relato épico situado en Hollywood. El director de Sexto Sentido hizo que rápidamente todos posaran la mirada sobre él y lo consideraran poco menos que un genio del suspenso con tan solo aquella historia del psicógo y el niño que ve fantasmas. Pero poco a poco, ese fuego se fue apagando, y a un puñado de películas celebradas, les siguieron un espiral que casi logra sacarlo del mercado.
Casi, porque aquel camino de regreso que se inició en 2015 con Los Huéspedes, se confirma como finalmente consagratorio con el estreno de Fragmentado. Tres compañeras, Claire (Haley Lu Richardson), Marcia (Jessica Sula), y Casey (Anya Taylor-Joy), son raptadas en el estacionamiento del colegio.
El captor (James McAvoy) las encierra en una habitación y pareciera querer cumplir algún deseo, pero, sobre todo, aguardar. ¿Qué es lo que diferencia a esta película de otros miles sobre personas secuestradas que deben huir de su sádico captor? ¿Se acuerdan de Irene y Yo, y mi otro Yo? El captor sufre de un trastorno psiquiátrico, o como lo ve su psiquiatra (Betty Bucley), un don, que le permite dividirse en varias personalidades; para ser más exactos, veintitrés.
Así, el hombre, que en realidad se llama Kevin, se presentará ante las chicas y su doctora con diferentes actitudes, haciéndolo imprevisible. De las veintitrés personalidades, mayoritariamente conoceremos cuatro; Dennis (el captor), Patricia (una mujer que parece cubrir a Dennis), Hedwig (un niño de nueve años que le teme a los otros dos), y Barry (diseñador de modas, amable y atribulado, la cara simpática para su doctora). Pero hay más…
"Fragmentado" es una verdadera caja de sorpresas, la gratificante característica es que no sabemos hacia dónde puede ir. Hay un juego de gato y ratón basado más en la inteligencia que en lo físico, en el que Casey tomará un claro protagónico.
La historia se cuenta en tres planos entre el secuestro, la doctora que deberá descubrir la verdad detrás de su paciente, y la historia de la niñez de Casey que la formó en la chica extraña pero sobreviviente que es hoy.
Esta fragmentación del reato hace que nuestro interés jamás decaiga, siempre estemos atentos sobre lo que sucede, y más de una vez, aferrados a la butaca sobrepasados de tensión.
Desde la fotografía hasta la composición musical enorme, todo invita a un ambiente claustrofóbico, de gran suspenso; y como gran obra del género, el espectador será invitado a que también deduzca, y sea parte del misterio.
Anya Taylor-Joy realiza una composición muy precisa, y se afirma como ideal para este tipo de personajes extraños. Pero, por supuesto, quien se lleva todas las miradas es James McAvoy, en una interpretación enorme, no hay otro calificativo.
Cada una de las personalidades de Kevin, y hasta el propio Kevin, es una persona distinta, y McAvoy lo entiende así. Todo tienen tics y características diferentes, y puede pasar de una a otra instantáneamente. Sobre el final, algunas vueltas parecerán enroscar el argumento más de lo necesario, llevándolo por caminos no tan convincentes; pero una escena final, para aplaudir de pie, vuelve a resignificar, y a darle total sentido a eso que hasta ese momento no convencía tanto.
"Fragmentado" es el regreso triunfal de un director que supo ser un nombre puesto entre lo mejor de la cartelera; y aquí, confirma que ese toque no está perdido. Será difícil que este año encontremos otra obra de suspenso que la supere.