Force Majeure: La traición del instinto

Crítica de Diego Batlle - La Nación

Audaz e inquietante mirada sobre el patriarcado

Una familia perfecta (matrimonio joven y encantador con una hija y un hijo) llega a un lujoso resort turístico en plenos Alpes franceses con la idea de disfrutar de una semana de esquí. Sin embargo, mientras comen algo en una terraza se acerca una avalancha. Las risas nerviosas del inicio se convierten en gritos de pánico. La madre, Ebba, abraza a los dos pequeños; Tomas, el padre, agarra su iPhone y sale corriendo del lugar. A los pocos segundos todos respirarán aliviados. El alud se detuvo unos metros antes y sólo están cubiertos de nieve. Pero, aunque ilesos, la experiencia extrema dejará secuelas de todo tipo. Las relaciones se empiezan a resquebrajar. Algo ha cambiado para siempre?

Así arranca Force Majeure, nuevo trabajo de ese brillante director que es el sueco Ruben Östlund (Play), que no casualmente ha sido comparado con Ingmar Bergman y Michael Haneke por sus provocadoras exploraciones de las peores miserias, fantasmas y miedos de la burguesía europea.

En este caso, lo que Östlund pone en cuestión es el lugar del hombre como patriarca, figura poderosa y ángel guardián de la familia. En principio, Tomas niega los hechos, no acepta su acto de cobardía, pero ante los reproches de su esposa y la posterior condena de amigos se hunde en la vergüenza, la angustia y la crisis existencial.

Quien crea que Force Majeure es un melodrama desgarrador deberá saber que Östlund apuesta casi siempre por el humor (por momentos bastante negro) y, aunque acaso el espectador pueda sentir cierta incomodidad al reírse del patetismo del protagonista con su ego masculino herido, la película se desarrolla con una gracia y una fluidez que se agradecen.

Östlund es un cineasta que combina un enorme talento visual (es notable cómo aprovecha tanto la estética kitsch del centro turístico como las inmensas pistas y bosques nevados) con una mirada llena de inteligencia, que arrasa con todos los valores que sostienen el machismo y jaquea incluso los postulados de la corrección política. Una película audaz e inquietante. Un estreno para celebrar.