Fontana, la frontera interior

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Rodada en los mismos escenarios naturales donde ocurrieron los hechos, Fontana, La Frontera Interior es un nuevo acercamiento cinematográfico a la historia argentina, en un año que se dio a conocer importante material nacional sobre el género. A los films sobre próceres resignificados como San Martín y Belgrano se suman otros acerca de hechos menos revisados por la historia, como La patria equivocada y este estreno de Juan Bautista Stagnaro, autor de excelentes films que también abordaron hechos del pasado, como Casas de fuego y El camino del sur, y coautor del guión del emblemático Camila. En este caso su trabajo no llega a picos tan altos pero permite descubrir un personaje interesante como el Mayor Luis Jorge Fontana, que en su doble condición de naturalista y militar se diferencia de Roca, más allá de que su epopeya también trajo sangrientos enfrentamientos con tribus indígenas. Sus acciones inhabituales para las expediciones militares de su tiempo incluyeron la fundación de una ciudad y la integración a su ejército de la comunidad galesa. Sus monólogos interiores para nada autocomplacientes atraviesan la estructura el film y le otorgan un significado humanista. Bien realizada y fotografiada, no interesa en todo su metraje ni se destaca por la tarea de su elenco, pero se trata de una obra necesaria y oportuna.