Flame y Citrón

Crítica de Fernando López - La Nación

Otro ejército en las sombras

Flame y Citron, un thriller inspirado en personajes reales de la resistencia danesa

Los códigos del thriller y del film noir aplicados a la revisión de los movimientos de Resistencia contra los nazis. En lugar de la clásica imagen romántico-sentimental de los héroes, un serio intento por internarse en las zonas grises del funcionamiento de la organización y en las no siempre claras motivaciones que rigen los planes de acción, al mismo tiempo que profundizar en la incidencia que los conflictos y las contradicciones morales de cada individuo en medio de la atmósfera convulsionada de la guerra y las irregularidades de la vida clandestina tienen en el desarrollo de los hechos. Al danés Ole Christian Madsen le interesa introducirse en los rincones más oscuros de esta lucha emprendida por gente que se ha armado en defensa de la propia tierra; allí donde todo se vuelve sospechoso, desde la lealtad de los compañeros y las conductas de una amante-colega hasta la legitimidad de las órdenes que vienen de comandos lejanos o la verdadera finalidad que éstas persiguen.

El film está inspirado en personajes reales y se desarrolla en unos meses de 1944 en la Dinamarca ocupada: Flame y Citron (nombres de guerra de un joven pelirrojo y un ex mecánico de Citroën) forman un equipo experto en la eliminación de nazis, preferentemente daneses y varones: uno es el tirador; el otro, el chofer; sus accciones, estudiadas y fulminantes. Las mujeres constituyen su flanco débil: el sudoroso y atormentado Citron se desvela por una esposa y una hija a las que apenas puede sostener. El gélido e implacable Flame se enreda con una enigmática y bella mujer casada que dice actuar como correo entre el grupo resistente de Copenhague y Estocolmo. El nervio del thriller domina la primera parte del film, donde ya se plantean los dilemas y las dudas que irán conduciendo a la tragedia y a la desesperada lucha por la supervivencia en la segunda, y donde ganan espacio los arduos planteos que tanta polémica generaron en Dinamarca.

Madsen, que ha visto El ejército de las sombras (Melville, 1969), puede hacer a veces alguna concesión a las necesidades del thriller, pero impone un ritmo tenso y vibrante y confía en el contenido dramático de sus imágenes. Además se apoya en el talento de sus notables colaboradores (el fotógrafo Johansson, el músico Fundal) y del magnífico elenco en que sobresalen Thure Lindhart (el inflexible Flame) y Madd Mikkelsen (Citron), recordado villano de Casino Royale.