Final de partida

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

De músico a funebrero

Es el cine una de las expresiones artísticas mas populares y conocidas que nos permite conocer un poco mas las diferentes culturas del mundo a la vez que nos recreamos y reflexionamos.
Un buen ejemplo de ello es este film japonés ganador del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2009, que aborda un tema tan complejo y universal como la muerte. Sabemos que la cultura oriental tiene concepciones diferentes sobre ella, pero desconoceos realmente sobre rituales y costumbres.

Final de Partida, comienza con una ceremonia de Nokanshi (Una costumbres ancestral, incluso desconocida para muchos en el Japón contemporáneo, que consiste en entregar los muertos de la mejor forma posible al otro mundo –limpiándolos, maquillándolos, etc.- ante la presencia de sus familiares), y nos ira introduciendo en una experiencia que va desde el rechazo absoluto a la reflexión y conocimiento de lo que dicha ceremonia representa.
Valiéndose de una excelente fotografía, una muy buena banda sonora y firmes actuaciones, el film nos va atrapando en la historia de Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), un músico que toca el violonchelo en una orquesta sin rédito económico cuyo dueño decide disolver.
A partir de ese momento decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa Mika Kobayashi (Ryoko Hirosue) y buscarle un sentido a su vida.
Allí consigue un empleo ayudando Ikuei Sasaki (Tsutomu Yamazaki), especie de padre y guía espiritual muy particular, que lo ayudara a descubrir en este ritual de muerte el comienzo de su existencia.
Salvo por el comienzo, especie de presentación de la ceremonia, la historia se desarrolla en forma lineal (cual proceso de aprendizaje) permitiendo que el espectador se vaya comprometiendo con el personaje y al mismo tiempo conocer una visión de la muerte diferente, que lo lleva a recordar y reflexionar sobre varios de los interrogantes y cuestionamientos que inevitablemente en algún momento todo ser humano se hace o evita hacerse.

Y para comenzar a despedirme, en alusión a la curiosa traducción para Argentina de esta película cuyo titulo original en ingles es "Departures", me gustaría compartir cierta paradoja que me surgió al reflexionar sobre este filme, que nos invita a ampliar el conocimiento aprendiendo algo nuevo sobre un tema que ya sabemos, pero que no deseamos conocer nunca.