Fidel niño valiente

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Un niño, su caballo y un sueño misionero

El film de Mario Verón utiliza actores no profesionales para construir su relato ambientado en el mundo de las carreras cuadreras

Fidel es un niño que se acerca a la adolescencia y desde su Paraguay natal viaja a las entrañas de la selva de Misiones para conocer otros lugares y otras personas. Allí se acerca a otros niños lugareños con los que comienza una amistad y, además, halla a un caballo apodado El Che por los campesinos del lugar por su fuerza y por su hidalguía. Es así como Fidel, con ese equino que ya se convirtió en su inseparable compañero, decide participar en carreras cuadreras que le permitirán conseguir dinero para enviar a su madre, que lo espera ansiosamente en el país vecino. El muchacho, que jinetea con enorme habilidad teniendo como amuleto el nombre de Maradona en la espalda de su remera, se abre paso en la pista improvisada sobre la rojiza tierra y, lentamente, halla en los habitantes del lugar a sus más entusiastas seguidores.

Con estos emotivos elementos el director Mario Verón (Neike y Te olvidaste de mí) logró relatar una historia cálida y sencilla que muestra la forma en que el protagonista y su caballo luchan para lograr el ansiado triunfo y la admiración de quienes lo rodean. Rodada con actores no profesionales, el film halla en Fidel Cantero a un protagonista que supo manejar con habilidad esa aventura que habla de amistad y de amor hacia ese caballo que logrará convertirse en un héroe en medio de la algarabía de todo un pueblo.