Favio: Crónica de un Director

Crítica de Rosana López - Fancinema

EL DIRECTOR DEL PUEBLO

No es pretexto que quien escribe sea fanática obnubilada del gran director argentino que fue Leonardo Favio porque, claramente, también puede ser considerado un riesgo por necedad a la idolatría o por directa acusación, si lo que se refleja en un documental no equivale al verdadero perfil de tamaño autor como lo fue este señor. Favio: crónica de un director es el gran relato jamás hecho hasta el momento, el que mejor capta la historia filmográfica de una figura demasiado avanzada para su época.

Los relatos que reúne este excelente film responden a bloques temáticos en la vida del director que se hilvanan con total naturalidad sin ceñirse a la cronología rigurosa de la vasta actividad de Favio. La naturalidad de los relatos que engloban a actores, sonidistas y fotógrafos -donde se destaca el guionista Zuhair Jury, hermano del también cantautor- invitan a descubrir la creatividad y desborde talentoso que con pocos recursos sentó en el cine nacional Leonardo Favio, algo hereditario también en su par sanguíneo, que goza de vuelo propio.

Como espectadores, Venturini nos lleva a recorrer todas aquellas experiencias en vida que Favio supo trasladar a su filmografía gracias a una entrevista exclusiva mantenida tiempo atrás. Esos testimonios enriquecen y nos permiten comprender la sencillez de Favio, cuyas vivencias fueron puntapié para sus films más autorreferenciales. Prácticas tomadas de la calle, del folklore cuyano o del orfanato donde creció -por sólo nombrar algunas fuentes de inspiración- son factores que ninguna academia de cine le hubiese otorgado. Pero también vemos cómo este director y a veces cantante, actividad que desarrollaba para poder filmar -su verdadera pasión-, se inspiraba en el neorrealismo italiano, la nouvelle vague francesa y algunos autores como Akira Kurosawa y Robert Bresson. Aunque claro, siempre con esa impronta auténtica y original de su ojo cinematográfico.

Este documental destacado en el pasado BAFICI y que ahora alcanza su merecido estreno comercial, brinda anécdotas atrapantes y un collage dinámico que detallan su origen y su juventud, los momentos de gloria, la soledad que perseguía a este genio que supo ganarse a la crítica y luego a los académicos. Venturini escapa a la vertiente aleccionadora en la que muchos documentales biográficos bucean sino que celebra esa parte filmográfica que tantas satisfacciones ha traído a Favio. Nos muestra al tipo detrás de la gran figura, revelando una infancia pobre y difícil que sin embargo no representó obstáculos para alcanzar aquello que deseaba. También presenta la pasión de este hombre por el arte y por la política militante peronista, siendo esta última en cierta parte génesis de sus últimas obras.

Favio: crónica de un director se vuelve de visionado obligatorio para estudiantes, periodistas, fanáticos y todos aquellos que quieran acercarse a una mirada didáctica y celebrativa a la figura del director desde la concepción del debutante Venturini.