Fase 7

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

El eternauta de al lado

Interesante apuesta a un género a menudo tomado a la ligera, encarado por muchos con aires de estudiantina. Pero no es el caso de Nicolás Goldbart que consigue unir varias ideas ya conocidas con solvencia y desparpajo. Como sucede en la española "REC", un edificio es clausurado con sus habitantes dentro, en este caso debido a un virus mortal que azota al planeta. La trama se centra entonces en los pocos vecinos del edificio recién estrenado, donde no tardan en aflorar desconfianzas y recelos.
Una pareja formada por Coco (Daniel Hendler) y Pipi (Jazmín Stuart) toman el centro de la narración. Él: un individualista, egoísta e inmaduro. Ella: embarazada de siete meses, ajena de todo lo que sucede, ocupada en retar constantemente a su marido.
Cuando el edificio es declarado en cuarentena es Horacio (Yayo), el vecino de Coco, quien mejor se pertrecha. Máscara antigas, traje aislante, víveres para años. Su personalidad paranoica lo preparó para este momento. Y quiere compartirlo con Coco, a quien le da un traje y hasta un arma. Es que la cosa se va a poner fea. Especialmente cuando Zanutto (Federico Luppi), un amable anciano, muestre su verdadera cara.
Lo mejor que "Fase 7" tiene para ofrecer es su desenfado, que no va en detrimento a la seriedad con que se encaró el proyecto. El resultado es bueno en general, con mucho humor y buen ritmo cinematográfico aunque el final parezca algo tirado de los pelos, poco elaborado.
Se destacan las actuaciones de Luppi, quien con poco hace mucho, y la de Yayo que aprovecha la oportunidad para sacarle el jugo a los momentos más desopilantes y demostrar de paso, como Aráoz en el "El Hombre de al Lado", que hay un actor capaz de abordar otros matices, más allá de su cómica labor televisiva.
Bizarro no es un término que utilizaríamos para "Fase 7", no intenta ser extraño, raro ni estrambótico. Intenta abordar un género, en este caso el de la ciencia ficción, ni más ni menos. Algo que al cine argentino le hace bien y puede abrirle nuevos y buenos horizontes en el camino para volver a ser una industria.