Familia para armar

Crítica de Marcelo Oliveri - El rincón del cinéfilo

Uno tiene la sensación que se filmó una película y luego se terminó armando otra. “Familia para armar” es un intento fallido del cine argentino que prometía y termina haciendo agua por los cuatro costados.

El segundo filme de Edgardo González Amer (“El infinito sin estrellas”, 2007) logra cansar al espectador. Es la típica realización que abre interrogantes y nunca empieza a desarrollarse nada.

Norma Aleandro es la madre en la vida real y en la ficción de Oscar Ferrigno (h), éste último protagonista del filme que no sabe cargar sobre sus espaldas este protagónico.

La historia (si es que hay una historia) transcurre en un hotel en Valeria del Mar, aparentemente fuera de temporada. La vida rutinaria de la familia se termina la noche en que Julia, la hija adolescente de Ernesto, llega desde Buenos Aires para reclamar amor paterno después de ocho años de distanciamiento. Ernesto y Julia esconden secretos trascendentes que no están dispuestos a develar y que entorpecen la relación.

Los planteamientos de las situaciones familiares nunca se desarrollan, ni tampoco se explican muchas de las cosas que rodean a la historia de esta familia apática, abúlica, y por momentos inexpresiva para hacer aflorar los sentimientos.

Norma Aleandro en un papel prácticamente secundario cumple con su rutina actoral, haciendo un calco de otros personajes o trabajos ya vistos. Valeria Lorca hace lo que puede, y a Oscar Ferrigno (h) le falta expresividad y convencimiento de lo que se está viviendo.

Incluso hay ciertas situaciones que intentan ser una bocanada de aire fresco y terminan cayendo en lo bizarro y ridículo. Como muestras se puede observar cuando Ernesto está haciendo el amor y lo sorprenden en pleno acto sexual, otro tanto ocurre cuando un huésped algo mayor entra saltando y cantando con jovencitas que se supone fueron para hacer una partusa.

En definitiva a esta familia hay que volver armarla y para eso hay que ser experto en rompecabezas. Rescatable el trabajo de los equipos técnicos que, empero, también sucumben en la desorientación general de la historia y su realización.