Fama

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

En 1980, Alan Parker estrenaba su tercer largometraje como director. Fama contaba las vivencias de un grupo de estudiantes de la New York City High School for the Performing Arts. Cada uno tenía su característica. Coco (Irene Cara, interprete del tema central del film, que le valió un Oscar) ambicionaba con convertirse en una estrella de la canción; el moderno tecladista Bruno (Lee Curreri) se la pasaba discutiendo con el más clásico profesor Mr. Shorofsky (Albert Hague), Leroy (Gene Anthony Ray) canalizaba toda su bronca en la danza...

Fama no sólo fue exitosa y estuvo nominada a seis Premios de la Academia (de los que ganó dos por la banda sonora y por el tema ya mencionado), sino que devino en fenómeno cultural. Hasta dio lugar a una serie de televisión que duró seis años.

Como hoy en día todo se hace remake, ahora tenemos una nueva versión. No es exactamente un refrito, sino una reinvención parcial de aquella gema. Parcial porque, si bien los personajes son otros y la acción transcurre en la actualidad, las situaciones son bastante similares a la de la original. Como si a aquellos inolvidables personajes sólo les hubieran cambiado el nombre.

De aquella vez sólo regresa la coreógrafa Debbie Allen. En el pasado quedó inmortalizada como la profesora de danza Lydia Grant. Ahora es Angela Sims, la rectora del instituto. Ahora en el cuerpo docente están Charles S. Dutton (Drama), Bebe Neuwirth (Danza), Megan Mullally (Canto), Kelsey Grammer (Música). Un interesante plantel de actores de reparto, lástima que esté muy poco aprovechado por parte del director y del guión.

En cuanto al tono, la de Alan Parker se caracterizó por el uso de lenguaje fuerte y desnudos, lo que la convertía en algo más complejo y adulto que la típica historia de jóvenes deseosos por triunfar en el mundo del espectáculo. Por este motivo, el director inglés debió filmar en tres colegios distinto, ya que en la locación original no se lo permitieron. La nueva Fama pretende capturara eso, y de a ratos lo logra (expulsiones, acoso sexual, un intento de suicidio), pero no se arriesga tanto como la anterior.

Fama versión 2010 no termina siendo High School Musical, pero tampoco tiene esa magia que hizo única a la de 1980. Igual, fue un buen intento.

Me despido con este hermoso momento de aquella obra maestra.