Falklinas

Crítica de Ignacio Dunand - El Destape

Una forma novedosa de abordar la Guerra de Malvinas

En Falklinas realizador Santiago García Isler bordea la Guerra de Malvinas para adentrarse en historias de vida de algunos actores centrales en el conflicto bélico.

Falklinas tiene un arranque peculiar que parte de una polémica comparación: el realizador utiliza como metáfora de la Guerra de Malvinas, el ataque a un hormiguero analizando las particularidades del mismo (distinguiendo a los insectos en tres clases, según su destino frente al ataque). Secuencia confusa que no funciona y hace ruido, da paso a un correcto documental que ahonda en las vidas de los civiles que fueron afectados por el conflicto bélico.

El realizador Santiago García Isler toma cinco personajes que serán el centro de su historia: el periodista y escritor Andrew Graham Yooll, quien exiliado desde 1976 en Inglaterra, regresa al país para cubrir el conflicto desde Buenos Aires, donde era buscado por grupos de tareas; el exfutbolista Osvaldo Ardiles, ídolo del Tottenham y considerado probritánico por algunos en Argentina y antiinglés por otros en Inglaterra; el corresponsal de guerra Simón Winchester, detenido durante tres meses en Ushuaia acusado de espionaje; el fotógrafo Rafael Wollmann, quien estaba en las islas para un fotorreportaje cuando estallo la guerra y la malvinense Laura Mc Coy, a quien el conflicto le cambió los planes de escapar de Malvinas para vivir navegando.

Lo más atractivo de Falklinas es el enfoque novedoso elegido, donde los protagonistas son personas que no combatieron pero sí sufrieron las marcas de la guerra. No faltan los valiosos testimonios y el sólido archivo que contextualiza el escenario sociopolítico de una Argentina reciente, que aún hoy sigue luchando por la soberanía nacional de las Malvinas. El trabajo de Isler es sencillamente diferente a cualquier otra producción que se haya hecho sobre el tema y este atributo es más que suficiente para pagar el precio de la entrada.