Extrañas apariciones 2

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

No puede pasarse por alto que Extrañas Apariciones es un título que llega destiempo, a destiempo de todo. Ya ese sólo hecho lo hace un film verdadera curioso en la cartelera.
Empecemos remarcando que llega a nuestro país un año más tarde que su estreno en EE.UU.; que aquí la primera parte no se conoció como Extrañas Apariciones “1” – este fue su título en México - sino como Invocando Espíritus; y además su título original ya no guarda coherencia tampoco, se sigue llamando Haunting in Connecticut cuando en verdad la historia – sin relación con la anterior – sucede en Georgia (tal cual lo aclara en el subtítulo).
Aún si obviáramos estas peculiaridades estamos frente a un film que pertenece a una temática que, en el mundo tan fluctuante como el del género de terror, pertenece a una “moda” que “ya pasó”, la de los films de casas embrujadas por espíritus con asuntos pendientes, dispuestos a tomar “posesión” de los nuevos integrantes.
Claro, todo toma más claridad si vemos que el año pasado, James Wan la pego por dos con El Conjuro y la secuela de Insidious, talvez revitalizando el subgénero. Veamos, “primera parte” tenía el atractivo de la siempre llamativa Virginia Madsen como una madre que pasaba todas las penurias cuando se mudaba a una casa en Connecticut y su hijo enfermo de Cancer tenía visones y era poseído por un espíritu vengativo.
También estaba Elias Koteas como el Padre exorcista. Aquí esos mínimos alicientes desaparecieron. La historia ahora es la del matrimonio de Lisa y Andy que se mudan a una casa en Georgia junto a su hija Heidi y la hermana de Lisa, Joyce.
Claro, la casa viene con espíritus incluidos. Pero hay algo más, Lisa y Joyce justo poseen el don de ver fantasmas, lo heredaron de su madre, y tal parece que Heidi tiene ese don también, en fin, casualidades, o no, no importa.
Así, el ignoto Tom Elkins (el director) va a hacer uso de todas las armas frecuentes de estas películas para contarnos a través de flashbacks y apariciones varias la historia de los integrantes anteriores de la casa y del pueblo, y parece que viene pesada. Lisa y Joyce se toman el tema de la visiones de modos diferentes, y en el medio Heidi, la nenita, sufre y se espanta.
Extrañas apariciones 2 no es un film de terror, aún menos que Invocando espíritus, es un drama sobre tres mujeres que ven fantasmas y se enteran de un hecho feo del pasado del pueblo; hay algunos golpes de efectos, movimientos de cámara y música incidental para el caso, pero no va más allá de eso.
Todo en la película apunta al promedio, no tiene otras aspiraciones, y así se conduce al espectador a una suerte de letargo, del que solo saldrá cuando la música retumbe. Casi no hay caras conocidas, tal vez a alguno le resulte conocido el carlindo Chad Michael Murray como Andy.
El resto del elenco lo integran Abigail Spencer (Lisa), Katee Sackhoff (Joyce) y Emily Alyn Lind (Heidi) todos con interpretaciones sin destacar, como la mayoría de los elementos que rodean este film. Al final, las intrigas mayores no tienen que ver con el argumento sino con todo lo que rodea a su estreno, y al oportunismo de un título algo engañoso.