Existir sin vos. Una noche con Charly Garcia

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Genio trabajando.

En el verano de 1994 Alejandro Chomski se subió al expreso García para viajar durante una noche a través de las emociones y situaciones que solo un ser impredecible como Charly puede ofrecer.
La cámara de video portátil comparte el mismo espacio que los protagonistas, convierte en testigos privilegiados de una noche de ensayo a los espectadores. Chomski improvisa sobre la marcha, se nutre de lo que tiene a mano para retratar tanto a los músicos tocando como a Charly mientras compone o salta a la pileta; a la distancia, las imágenes se vuelven fantasmagóricas, nos traen de vuelta a un Charly inflamable, el que llegaba tres horas tarde a un recital para tocar solo veinte minutos, a ese Charly lo vemos ensayando y grabando "Existir sin Vos", un tema que quedó afuera del disco "La Hija de la Lágrima". Somos testigos del proceso que va desde el armado de la letra, el ensayo, hasta la grabación.
Aquella noche puede ser revivida hoy, y así vuelve María Gabriela Epumer a tocar su guitarra, Alejandro Medina vuelve a poner su bajo al servicio de Charly, y todos caemos en las redes del genio que, como bien apuntó el flaco Spinetta, nos ha tenido -y aún nos tiene- en vilo.
Solo para fanáticos y curiosos.