Eva y Lola

Crítica de Solange Cipriani - El rincón del cinéfilo

La realizadora de “Cielo azul, Cielo negro” y “Cuando ella saltó” nos presenta su tercera película, protagonizada por Celeste Cid y Emme.

Sabrina Farji dicta clases de guión en el Centro Cultural Ricardo Rojas y en el 2004 participó de su taller Victoria Grigera, hija de padre desaparecido durante la última dictadura militar, quien le contó la historia de una hija de desaparecidos que se hacía amiga de una chica que había sido apropiada durante el proceso y la ayudaba en la recuperación de su verdadera identidad. Este sería el punto de partida para filmar “Eva & Lola” y de Grigera como guionista.

“Eva y Lola” narra la historia de dos amigas hijas de desaparecidos. Eva (Celeste Cid) con el intento de la aceptación de su historia, inventando un mundo fantástico creyendo que se comunica con su padre desaparecido por teléfono, y Lola (Emme) descubre que sus padres son sus expropiadores y va a ir intentando buscar el camino hacia su verdadera historia.

El film relata una historia trágica que intenta no caer en lugares comunes. Se trata de una historia de amor de Eva con su vecino de enfrente Lucas (Juan Minujin); en tanto la hermana de mayor de Lola, Alma (Victoria Carreras), denuncia a sus padres al darse cuenta que habían apropiado a su hermanita menor alejándose de su familia. Estas historias no suman mucho, pero forman parte de los subtramas, los cuales crean una pausa en la trama principal.

Sin duda la identidad es el tema central. La realizadora propone una mirada luminosa y esperanzadora a temáticas universales como la memoria y la identidad. Es un tema difícil de contar, pero bello en cuanto al relato de una parte nefasta de nuestra historia reciente, la cual nunca hay que olvidar, y mucho menos repetir. En los últimos años se realizaron ciclos de Teatro por la Identidad, más tarde nació Televisión por la Identidad y también le toco el turno del cinematografía, como buenos recursos para mantener presente nuestras memorias.

Con sus más y sus menos esta producción se suma a los títulos que en los últimos años han planteado, desde distintos ángulos y resultado final, aspectos que hacen a las heridas abiertas en el período 1976-1983 las que se mantiene vigente en la sociedad argentina.