Eternals

Crítica de Damián Aspeleiter - Revista Meta

Eternals, la última película de directora Chloe Zhao se distingue del resto de las películas de Marvel por el hecho de ser justamente la película de la autora y no del estudio, si bien la historia no es un cien por cien una obra ajena a las otras películas del estudio uno puede percibir la mano de la directora en diferentes aspectos de la construcción de la trama y los personajes.

Si bien Zhao decide darle un amplio espacio de su obra a introducir a los personajes, debido a que la mayoría de los espectadores no los conocen de antemano el desarrollo de la trama no se interrumpe porque esta presentación es orgánica y permite el avance de la misma. La directora aporta cierta espectacularidad visual a su presentación de este grupo de personajes también le imprime cierta solemnidad que se podría comparar con Zack Snyder’s Justice League (Zack Snyder, 2021) pero que se diferencia de la obra de Snyder en que esta postura solemne está justificada en el dilema de los personajes, una suerte de dioses que conviven entre los hombres y que deben presenciar su decrepitud sin intervenir; dioses muy humanos que luchan entre el deber ser y lo que realmente desean, el tono de Eternals dialoga más con Infinity War (Anthony Russo y Joe Russo, 2018) que con cualquier otra película del estudio. Zhao hace con estos personajes de Marvel lo que durante años han reclamado los detractores de la casa de las ideas, es decir quitarle todo el andamiaje cómico para convertirla en una tragedia de ciencia ficción que se ancla en la construcción de los personajes y sus relaciones.

La directora intenta hacer un relato pretencioso con mucha utilización del flashback como recurso narrativo que nos permite tener una comprensión de este dilema, el relato es ambicioso porque rompe la fórmula del camino del héroe y nos sitúa en un punto de la historia de los personajes en el cual tienen casi todo resuelto, al mismo tiempo que la utilización del flashback es orgánica y permite el avance de la trama a medida que profundiza en la evolución de los personajes. La ambición del relato no impide que Zhao mantenga una postura contemplativa que aporta mucho a la evolución de los personajes. A diferencia de otras obras que tratan de relatarnos las aventuras de dioses entre los humanos esta capacidad de contemplación y apreciación de la directora nos permite comprender lo verdaderamente importante de las motivaciones de los protagonistas, es decir los humanos. Los Eternos son dioses que podrían estar alejados del quehacer humano pero su obligación de impulsar el avance de la humanidad, hecho que los hace empatizar con la raza humana a pesar de sus errores.

En cuanto al desarrollo de la trama, la película nunca pierde el foco ni se centra en estridencias, existe un drama y existe un problema a resolver, inclusive existe un enemigo a derrotar, pero lo importante es el valor de las decisiones que deben tomar los protagonistas y sus consecuencias. Si se puede decir, que, por sobre todo, es una película de Zhao y no de Marvel, ya que la directora ni aún en el final sacrifica el carácter orgánico y la armonía de la película en nombre de lo espectacular.

La trama de Eternals es básicamente sencilla: durante los últimos quinientos años los deviantes, una raza de monstruos que existen desde la creación de la tierra, han estado desaparecidos debido a que los eternos han cumplido con su misión de exterminarlos, el problema se presenta cuando inesperadamente los deviantes vuelven a aparecer y poner en peligro a la raza humana.

La trama además nos cuenta el origen de los protagonistas y la relación existente entre ese origen y la posible destrucción de la tierra. Los eternos son seres con características de dioses creados por una entidad universal llamada Arishem, quien es de la especie de los celestiales, los cuales para nacer deben consumir toda la energía de la vida que habita los planetas que los aloja. Si bien el enfrentamiento con Kro (Bill Skarsgård), el líder de los deviantes es importante la verdadera complejidad para los héroes se presenta al revelarse su verdadero objetivo en el planeta.

En cuanto a equilibrio de poder esta película sitúa a los eternos por arriba de los vengadores ya que el conflicto excede los límites de lo divino. Eternals, a diferencia de otras historias basadas en comics de superhéroes, el villano es casi anecdótico, lo cual es un punto a favor ya que escapa al estereotipo de héroe en función del villano que a muchos encanta pero que en definitiva nos presenta a un héroe chato sin ningún atractivo que este puesto en la historia con el único fin de frustrar los planes del villano de turno. A pesar de ser la película de Zhao, Eternals tiene mucho de los viejos comics de Stan Lee y Jim Starling en los cuales el villano no era el que definía el rumbo de la historia sino el desarrollo de las relaciones interpersonales, es decir que en algún punto Eternals tiene un toque de aquello que hizo grande a Marvel como editorial, es decir cuenta la historia de seres que son casi dioses o dioses, pero que en el fondo son afectados por dramas muy humanos, el dolor, la tristeza y la perdida.

Zhao centra la historia en el drama y las complejidades de los personajes, si bien utiliza a Kingo (Kumail Nanjiani) como alivio cómico este nunca es unidimensional o vacío al igual que todos los demás personajes guarda una complejidad propia , al igual que Thena y Sprite, la primera, interpretada por Angelina Jolie, debe sufrir una suerte demencia que la hace un peligro para el resto del equipo y para si misma al mismo tiempo que Sprite (Lia McHugh), personaje que en los comics es de sexo masculino y que el cambio de genero mejora ya que su versión original no pasa de ser un bromista insoportable sin más profundidad, al igual que Claudia en Interview whit the vampire (Neil Jordan, 1994) sufre el hecho de ser una mujer de más siete mil años encerrada en el cuerpo de una niña que no puede vivir el amor, el deseo ni la sexualidad.

La sexualidad, el deseo y la envidia son puntos que también trae la directora al universo Marvel, como si fueran una novedad, ya que los héroes de las fases anteriores parecen carentes de deseo, sin vida interna y asexuados. Podría centrarme en el tan declamado tema de la inclusión en Marvel, pero el guion de la película lo hace de forma tan natural que casi uno no se da cuenta, ese es otro punto a favor de cómo está contada esta historia. Otro punto a favor de la construcción de esta historia es la forma en que se entrelazan las relaciones, el guion no siente la necesidad de explicarnos porque estos personajes se relacionan de la forma que lo hacen ya que da por sentado que el público comprende que seis mil quinientos años peleando lado a lado explica todo.

Eternals es el paso a la madurez que tanto se le exigía a Marvel, la directora Chloe Zhao rompe con la tan criticada fórmula Marvel. Lo irónico es que aquellos que ahora se quejan de la ausencia de la formula Marvel son los mismos que antes la criticaban. Zhao decide contar la historia desde un punto de vista diferente, enfocada en la madurez de los personajes y no en su formación y transición a héroes, hay algo que los críticos de la antigua formula tal vez jamás registren y eso es que la fórmula que no es ni más ni menos que el viejo camino del héroe. De alguna manera la queja a la fórmula Marvel termina siendo un llanto innecesario contra toda la historia de la literatura heroica.