Estafadoras de Wall Street

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

“Hustlers” (título original de la obra) es una de esas pequeñas películas que comienzan a levantar vuelo en los circuitos festivaleros, que para cuando terminan su recorrido ya se convierten en un verdadero éxito de cara a su estreno comercial. Con un presupuesto de tan solo 20 millones de dólares ya lleva recaudado 136, siendo un verdadero triunfo desde su preestreno en el festival de Toronto. A su vez, comenzó a rumorearse que va a tener un gran protagonismo en la temporada de premios e incluso algunos hablan de una posible nominación al Oscar a Jennifer Lopez.

El film está inspirado en hechos reales, más precisamente en un artículo de la revista New York Magazine de 2015, titulado “The Hustlers at Scores” escrito por Jessica Pressler, y reúne a un grupo de strippers que busca mantenerse en la salvaje New York de principios de los 2000 y que ante la explosión de la crisis económica de 2008 desarrollan un plan para drogar y estafar a sus clientes millonarios de Wall Street, varios de los cuales sienten que son responsables de la situación socioeconómica de Estados Unidos. Cuando Elizabeth (Julia Stiles), una periodista, comienza a investigar a las strippers, ellas verán peligrar su negocio y tendrán que afianzar su lealtad por encima de la envidia y la avaricia.

El grupo de estafadoras está conformado principalmente por Ramona (Jennifer Lopez), Destiny (Constance Wu), la protegida de la líder del clan, Mercedes (Keke Palmer) y Annabelle (Lili Reinhart). Un grupo de mujeres con problemas reales que buscan abrirse paso o mejor dicho encontrar un lugar en el club de striptease para poder lidiar con problemas personales tales como mantener a sus hijos, poder darle una vida digna a su familia (el personaje de Destiny manteniendo a su abuela), deshacerse de relaciones problemáticas y poder sobrevivir a diario sin la ayuda de nadie.

La directora del largometraje, Lorene Scafaria (“Seeking a Friend for the End of the World”, “The Meddler”) hace un gran trabajo con el desarrollo de personajes convirtiendo a las mujeres que protagonizan la historia en personas con una gran dimensión que se encuentran al borde del abismo y que son condicionadas por el entorno, por los hombres y por la situación económica. Un gran acierto de Scafaria está puesto en mostrar la escena nocturna sin ningún tipo de tapujos o reparos. Lo mismo en lo que concierne al sexo y la tarea de las bailarinas. El relato cobra fuerza con su mensaje feminista y también con esa sensación de veracidad en lo que respecta a mostrar el funcionamiento de los clubs de bailarinas exóticas. Todo esto enriquecido gracias a estupendas interpretaciones de Jlo y Wu quienes se lucen como el dúo protagónico que desarrolla esta alternativa para paliar la situación económica. La discusión o los reparos que le hace Destiny a Ramona también ayudan a complementar la imagen de la gravedad del asunto donde si se les va la mano con la ketamina o el éxtasis pueden llegar a matar a algún cliente.

A su vez, son interesantes las observaciones que hace el personaje de Wu donde deja de sentirse una especie de Robin Hood moderna cuando ve que una de las víctimas no es uno de esos habituales y despiadados corredores de bolsa con los que tienen que tratar sino que es un hombre común con los mismos problemas financieros que poseen ellas. Esas cuestiones la llevarán a chocar con Ramona haciendo que la narración se engrandezca aún más.

Por otro lado, quizás lo menos interesante de la cinta este representado en el personaje de Juila Stiles y en su entrevista al personaje de Destiny, que hacen que la película sea narrada en modo pasado y recuerde a grandes thrillers como “The Usual Suspects”, pero de una manera poco motivada y frenando por momentos el buen ritmo que poseía la película.

La mezcla de géneros entre la comedia dramática y el thriller o heist movie hacen que “Estafadoras de Wall Street” sea una película sumamente disfrutable y entretenida. Un film que se destaca por una marcada estética enaltecida por la cuidada fotografía y una estrafalaria propuesta de vestuario. Al mismo tiempo, su crítica social y la visión feminista de temas complejos como la maternidad, la prostitución y la diferencia abismal en el ámbito laboral respecto a los hombres, enriquecen la experiencia todavía un poco más. Y también hay que destacar la estupenda labor de Jennifer López, quien logra una de las mejores interpretaciones de su carrera, que además está muy bien acompañada por Constance Wu.