Espíritus oscuros

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Aunque parecidas, las películas de terror no son todas iguales, o al menos no todas inyectan o fomentan el mismo tipo de temor al espectador. Están las de las cuchilladas, los empalamientos, las decapitaciones, están las del horror psicológico -que, como El resplandor, suelen ser las más efectivas: su impacto perdura en nuestra mente- y las que buscan en algún comportamiento social las bases del espanto.

Espíritus oscuros, que es la película de terror de la semana, como podríamos definir a esta seguidilla del género que estrenan jueves tras jueves, tiene a Guillermo del Toro, ganador del Oscar no precisamente por un filme de terror, aunque La forma del agua tenía elementos del clásico género del horror, o al menos “un monstruo”.

Es un filme de terror u horror sobrenatural, basada en una leyenda de los nativos norteamericanos, la de los wendigos. Un espíritu maligno posee a ciertas personas, transformándolas en monstruos con cuernos que comen a otras personas.

La primera escena es para pegarse un buen susto, algo con lo que el director Scott Cooper (Loco corazón, con Jeff Bridges) volverá a sacudirnos mucho más adelante en el filme.

Pero no es una producción meramente de asesinatos crueles. Aunque los haya.

No seas tan cruel
Bastante más cruel, aunque sobre gustos está todo dicho, es la vida el pequeño Lucas. Cuando Julia, su maestra, le pide que cuente una historia, la misma es bastante oscura. Y ni que hablar que provenga de un niño de su edad.

No vamos a spoilear absolutamente nada. Julia ve en Lucas algo en común con su pasado, así que como buena maestra está alerta -no, esto igualmente no es Matilda- y los dibujos de Lucas grafican, exponen y sacan a la luz lo que nadie sabe.

También, digámoslo todo, en el pueblito de Oregon hay una deuda pendiente entre los nativos y los ciudadanos.

Julia Meadows es Keri Russell (Elizabeth Jennings, la protagonista de la serie The Americans), su hermano policía es Jesse Plemons (El irlandés, Breaking Bad, Fargo) y hay más rostros conocidos -Amy Madigan, Scott Haze, Graham Greene-, pero quien se gana nuestra atención es el pequeños Jeremy T. Thomas.

Lucas tiene que sobrellevar un peso en su hogar mucho más terrible que el que ustedes puedan imaginar, y el actor es naturalidad pura: transmite con sus gestos cada emoción que lo inunda.

Es cierto, la corporización del espíritu oscuro de la que habla el título no es para asombrarse. Pasaba algo similar cuando se veía al extraterrestre de Señales, de M. Night Shyamalan: mucha expectativa.

Así que mejor vayan a ver la película de terror de la semana sin saber tanto de su trama, y déjense llevar. Quienes busquen una carnicería, en algún momento la tendrán. Y quienes deseen disfrutar de un filme con situaciones de muy buen suspenso, también.