Esos colores que llevás

Crítica de Pablo Raimondi - Clarín

Retazos de una pasión

“Hay que alentar de corazón / hay que alentarlo al campeón / de la cabeeeeeza” . Desde el vamos, Esos colores que llevás saca al espectador de la butaca para meterlo entre los hinchas de River y la patriada por tener la bandera más larga del mundo. La idea se fue cosiendo mentalmente mientras el club de Nuñez atravesaba el increíble capítulo de la Primera B Nacional.

El motor (¿cómo terapia para superar aquel trance olvidable?) fue el Frente Angel Labruna quien, junto a varios hinchas, decidieron sacar pecho y decir “acá estamos” para recolectar retazos de tela rojiblancos, donados por simpatizantes de todo el mundo, y así unir la distancia comprendida desde la avenida Alvear (hoy Libertador) y Tagle –donde estaba el viejo estadio de River allá por 1923– hasta el Monumental, inaugurado 15 años después. Un verdadero desafío.

La película está narrada en base a entrevistas a los fanáticos: una gran multiplicidad de voces a las que por momentos cuesta seguirle el hilo. Si uno ve El otro fútbol, opera prima de Peretti, quien pinta un fiel retrato de 140 equipos de varias ligas de capital y el interior del país, entenderá que a él le gustan las cosas exhaustivas. En este documental no hay voces en off ni imágenes de archivo futbolísticas, el eje está puesto en el “trapo” gigante y la pasión de los hinchas como en aquella caravana de 2001 por los 100 años de River.

Aunque el filme por momentos peque de onanista y se apilen más y más calificativos de lo lindo que es ser de River (¿o acaso que van a decir los hinchas?) uno de los grandes aciertos de Esos colores que llevás fue despegarlo del fútbol y la política: cero voz de dirigentes, la película no tuvo apoyo del club. Glorias como el Beto Alonso, Enzo Francescoli o el “Burrito” Ortega (recién retirado del fútbol y quien reunió el sábado pasado a varios de los entrevistados del filme como el “Pelado” Almeyda, el “Chapa” Zapata o Hernán Díaz, entre otros) hacen referencia a su amor por River. Hasta el gran Amadeo Carrizo tiene su lugar.

El sistema rústico para subir esa ballena rojiblanca al camión (sin poleas ni nada, haciendo palanca con varias vallas), las agotadoras jornadas de cosido de dos hinchas de Zárate y sus anécdotas (que unieron más de 4 mil metros de tela), suman transpiración a esta pasión hecha bandera donde la frase “se me pone la piel de gallina”, fue la más repetida. Lejos.

Párrafo aparte para la titánica tarea del escribano Andrés Bello que midió los 7.829,74 metros de tela (en 603 pliegos de 13 metros cada uno) o el pastor millo que bendijo el “trapo” aquel 8/10/12 donde unos 120 mil hinchas se reunieron en Recoleta para comenzar el peregrinaje hacia Nuñez.

Otra pegada del filme fue mostrar la repercusión televisiva del récord en Rusia, Lituania, Arabia Saudita, Turquía, Francia y Brasil junto a la cobertura de los portales web periodísticos de varios puntos del globo. Sin referencias al ámbito barrabrava, casi todo el filme muestra al hincha común en las calles, en familia, cantando “Cuando mirés para el tablón / vamos a estar / siempre con vooos” .