Escuela trashumante

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

Luego de dirigir Jevel Katz y sus paisanos, Alejandro Vagnenkos presenta Escuela Trashumante, un documental que muestra un modelo de enseñanza diferente al habitual.
El documental se sitúa en una escuela ubicada en Huncal, un paraje en la provincia de Neuquén, donde habitan personas pertenecientes a la comunidad mapuche Millain Curricial. En 1986, luego de más de 70 años sin tener ningún egresado, lo hizo, finalmente, la primera promoción a raíz de un proyecto que acompaña a la comunidad en el desplazamiento que realizan en busca de pasturas para sus ovejas y chivas.

Dentro del film se puntualiza la historia de Orlando “Nano” Balbo, quien viajó a Huncal para concretar un proyecto de alfabetización de adultos mapuches. Junto a él también lo hicieron, -y sobre ellos también se hace foco-, Pedro Vanrell y Alejandra Martínez, quienes se sucedieron en el cargo directivo del centro educacional.

Escuela Trashumante muestra lo diferente que es el modelo educativo que se utiliza allí en comparación con el habitual, ni siquiera la jornada anual es similar: mientras que las clases en Buenos Aires se dictan de marzo a diciembre, allá los chicos van a la escuela durante la invernada y la veranada, finalizando las clases en abril. Además, durante la veranada asisten a otro colegio que se encuentra ubicado en Cajón Chico.

El documental se destaca por su fotografía: los constantes y múltiples paisajes embellecen las escenas, la escuela se va mostrando de a poco y en diferentes momentos del día. Asimismo la cámara acompaña en los recorridos que realizan los personajes de un lugar al otro, sigue su día a día.

Al mostrar un modelo educativo acorde a la situación de sus habitantes, Escuela Trashumante hace reflexionar sobre qué tan viejo y útil es el sistema educativo que prevalece hoy en día en las escuelas argentinas dónde sólo se piensa en la calificación de notas y no importa la situación personal de cada alumno.