Escuela trashumante

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Además de periodista, soy docente. Y es muy difícil no reconocer el valor de este trabajo de Alejandro Vagnenkos, una propuesta de registro de una escuela muy especial. Hablamos de una entidad educativa en Neuquén, donde se educa la comunidad mapuche, junto a lugareños e hijos de pastores y gente de la montaña.
Esta institución, rural al extremo, fue fundada en 1911 y según sus registros, no tiene aún egresados que hayan completado su ciclo primario.
Pero eso no dice mucho si la mirada se enfoca en lo cuantitativo. Hay un trasfondo en el que si podemos percibir la misión de los educadores y su ffirme propósito para llevar adelante : la educación que abre caminos y transforma vidas. La película recorre anécdotas muy interesantes sobre lo que sucede en dicha escuela, donde los ex alumnos y vecinos, explican a cámara la trascendencia de este proyecto.
Aquí hay un tarea fuerte, comprometida y atenta a las necesidades de su comunidad.
La lente está puesta en analizar lo que sucede y transmitir imágenes sobre lo que este establecimiento (la N°6 de Huancal-Cajón Chico) vive y respira y cómo la vida tiene lugar ahí. Es emocionante conocer el compromiso docente en ese lugar y tomar contacto con su realidad. Vagnenkos cumple su rol con oficio.
Hay mucha belleza en el lugar, y él sabe captarla. “Escuela transhumante” es un vehículo de experiencias y es muy potente en ese sentido. Un doc que ningún educador debe dejar pasar. Inspira e instala parámetros interesantes y profundos sobre cómo debe encararse una construcción de aprendizaje que integre auténticamente.