Escape Room 2: Reto mortal

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

El juego el miedo más laberíntico

Secuela del impensado éxito de 2019, tiene más producción aunque reitera el modelo, con ritmo frenético.

Aquí, como sucede con Venganza implacable, otro estreno de esta semana en la Argentina, es mejor ir al título original para saber de qué va el asunto y dejarse de generalidades como Reto mortal.

La subtitularon Torneo de campeones, así que los que vieron la película de 2019, que fue un sorprendente éxito de taquilla, y los que no, con este título ya se imaginan qué pasa.

Hay una mente enferma, o tal vez son varias detrás de la corporación Minos, que hicieron “participar” a distintos personajes este juego perverso (perverso porque si no resuelven cómo escapar de diferentes situaciones, mueren, y de las maneras más horrendas que uno pueda o no imaginar).

Y si se trata de un Torneo de campeones, aquí estarán reunidos los mejores de los mejores. Para los que no vieron la primera: los únicos que sobrevivieron de distintos grupos.

Hay algunos rostros conocidos. El comienzo del filme es, para quien no vio el anterior, algo confuso.

Vivitos y coleando
Zoey (Taylor Russell) y Ben (Logan Miller) salieron más o menos ilesos, o al menos vivos, pero los esperan nuevas trampas. Zoey quiere vengarse y viaja a Nueva York con Ben: cree encontrar en ciertas coordinadas dónde queda el cuartel general de Minos. Y como si hay algo que no les falta es coraje -lo otro es imaginación para zafar de los problemas que les plantean para salir con vida-, hacia allí van.

Pero no. Lo único que consiguen es que un muchacho les robe, ellos lo persigan al subte, y el vagón del subte se desacople del resto y… ¿Quiénes están a bordo? Los otros campeones.

Contar cuáles son las “habitaciones” de las que deben salir antes de que se les acabe el tiempo -no la paciencia, porque la tienen, y mucha-, y los peligros que deben afrontar restarían al potencial espectador el disfrute, si vale el término.

Claro que hay puntos en común con la saga de El juego del miedo, pero Escape Room es más laberíntica y quizá menos cruenta -ésta es Solo apta para mayores de 13 años, con reservas-.

De todas formas, hay que tener cierta mente para pensar y luego concretar los acertijos que los personajes deberán resolver. Aquí tal vez haya más producción que en la película original.

En síntesis, es la película de horror, más que de terror, que nos depara la cartelera semana tras semana. Hoy nos tocó ésta.