Escalofríos

Crítica de Lilian Lapelle - Cine & Medios

Llegaron los monstruos!

R. L. Stine (Jack Black) es un prolífico escritor de cuentos de terror que vive en Greendale, un pequeño pueblito de Maryland, junto a su hija Hannah (Odeya Rush). Nadie en el pueblo tiene contacto con él, vive encerrado junto a sus libros y a todos los escalofriantes personajes que ha creado.
En procura de acercarse a su hija, su nuevo vecino Zach (Dylan Minnete) -un chico que recién se ha mudado desde nueva york junto a su madre- y su amigo Champ (Ryan Lee) entran a la casa de Stine, meten la nariz donde no deben y encuentran una llave que libera a todos los personajes de los libros.
Al estilo "Jumanji", la fantasía y lo sobrenatural invaden el pueblo. Comandados por un muñeco diabólico llamado Slappy (con la voz de Jack Black) un ejército de criaturas hacen de las suyas aterrorizando a los habitantes.
Un enorme Yeti, aliens, plantas carnívoras, un grupo de malignos enanos de jardín y cuanta criatura extraña y terrorífica exista desfilan por esta comedia familiar llena de aventuras y humor, donde no faltan los estereotipos como el enamoramiento juvenil ni las moralejas sobre las relaciones entre padres e hijos adolescentes, ni algún que otro lugar común.
Stine con la ayuda de su hija, su vecino y su amigo deben encontrar la manera de salvar al pueblo y devolver a los personajes dentro de los libros, donde se niegan a volver.
Jack Black se luce con todas sus muecas y su histrionismo, y los tres protagonistas adolescentes llevan con gracia y buena química toda la historia.
Rob Letterman -que ya había trabajado con Black en "Los Viajes de Gulliver"- construye una muy buena comedia de aventuras, que aprovecha todos los personajes del imaginario de los clásicos de terror, combinándolos con un excelente 3D y todos los efectos especiales posibles, construyendo un entretenimiento familiar sólido y de calidad.