Esa película que llevo conmigo

Crítica de Juan Pablo Molina - Cinéfilo Serial

En “Esa película que llevo conmigo”, la directora, Lucía Ruíz, explora su historia familiar a través de la figura de su abuelo Pepe, quien vino a vivir a la Argentina luego de que Francisco Franco asuma el poder. Tomando como punto de partida las grabaciones que realizó cuando viajó con él a España en el año 2000 y los recuerdos de la familia, va reconstruyendo a su abuelo de una forma distinta mezclando material de archivo con entrevistas.

Se puede pensar que, a través del recorrido que realiza con el film, la directora explora dos puntos que no nos son ajenos a los argentinos descendientes de españoles. Por un lado, el encontrar en nuestros abuelos y abuelas una historia de cercanía con España y lo intrigante que resulta el dejar un pasado atrás para probar suerte en Buenos Aires. Por otro lado, es interesante analizar cómo esto es visto desde el otro lado, el de los españoles que se quedaron en su tierra y cómo estos recuerdan la Guerra Civil en primera persona.

Es llamativo también el formato del documental. Por momentos pareciera ser un ensayo, por otros, un homenaje. El empalmar entrevistas con material de archivo le da un estilo muy propio y cautivante, pero por momentos peca de quedar en lo anecdótico y puede generar un poco de aburrimiento.

Sin embargo, “Esa película que llevo conmigo” logra despertarle al público un montón de preguntas sobre el pasado y el origen de sus propias familias, como también un sentimiento de pertenencia a más de una tierra, uno de los puntos que entendemos por su objetivo. Y las ganas que la directora le puso al documental consiguen que un poquito queramos a Pepe y además nos intrigue su historia.