Es sólo el fin del mundo

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Adios hermano cruel

El joven director canadiense, responsable de esa maravilla “Mommy” (2014), vuelve al ruedo con un film sobre las relaciones familiares. En este caso realizando a la traslación de la obra teatral, según dicen, casi autobiográfica, del desaparecido Jean-Luc Lagarce, un autor de culto que murió a los 38 años de HIV
Todo es “el cómo”, “el por qué” y el “para qué” del regreso al hogar familiar de un dramaturgo afamado, Louis-Jean Knipper (Gaspard Ulliel), tras doce años de ausencia, para anunciarles su pronta muerte.
Lo que se despliega a partir de la llegada, en una escena de toda la familia reunida, que se repetirá, en cuenta gotas, a lo largo de toda la narración, son duelos de saldar deudas pendientes. Secretos y mentiras de una familia que se presenta como común y corriente, pero demasiado disfuncional por momentos.
En el filme constantemente se habla de otra cosa no inherente a la historia, pero siempre expresándolo sin decir.
Para ello el director establece a cada personaje y le da una impronta y una posición de cámara a cada uno, pequeñas diferencias que quedan refrendadas en la imagen y en el relato. Los hermanos Antoine Knipper (Vincent Casell) y Susanne Knipper (Lea Seydoux), y la Madre (Nathalie Baye), son sus principales interlocutores afectivos, sangre de mi sangre.
Sin embargo aparece, como sostenedora de los principios y finales de la familia, el saber sin saber, secretos, mentiras, Catherine (Marion Cotillard), la esposa de Antoine.
Plagado de simbolismos desde un inicio hasta el último plano (interpretaciones todas validas), sustentado por los movimientos de cámara, selección de planos, mayormente primeros planos de los personajes. Trabajado todo con un diseño de sonido, que si bien manipula al espectador, dando principio y fin a varios segmentos según su importancia y al clímax que se establecen esos encuentros de parejas, entre hermanos, madre e hijo, cuñados.
El director cuenta para ello con un seleccionado de extraordinarios actores, todos franceses, y eso ya era jugar con mucha ventaja.
(*) Dirigida por Giuseppe Tratoni Griffi, en 1971.